
Las muertes súbitas de niños pequeños están aumentando en EE.UU., según una investigación reciente. Se encontró que la tasa de mortalidad de muerte súbita infantil aumentó en los últimos años aunque las muertes infantiles en general disminuyeron. Los científicos de la Universidad Commonwealth de Virginia llevaron a cabo un estudio que se publicó el lunes en JAMA Pediatrics. Y hallaron que la tasa anual de muerte súbita infantil aumentó significativamente desde 2020 a pesar de que la mortalidad infantil está en disminución desde hace dos décadas. Los investigadores especulan que el aumento del uso de opioides, las infecciones respiratorias como el Covid-19 o algunas tendencias en redes sociales podrían estar contribuyendo a este aumento. La muerte súbita infantil tiene amplia significación porque cubre estrangulaciones accidentales, síndrome de muerte infantil repentina y otras causas desconocidas por las que mueren niños pequeños. Aunque no está del todo claro cuáles son exactamente los mecanismos que subyacen a la muerte súbita infantil, a menudo ocurren mientras el infante está dormido o acostado en una cama. Se sabe que hay determinadas posiciones al dormir – en particular, boca abajo – que pueden aumentar el riesgo de muerte súbita infantil. Después de la presentación de campañas de salud pública en la década de 1990, que ponían énfasis en prácticas más seguras para dormir a los niños, la tasa de muerte súbita infantil se redujo sustancialmente en EE.UU. Sin embargo, últimamente los datos sugieren que los casos de muerte infantil súbita están aumentando otra vez.
En 2023 los mismos investigadores de la UCV publicaron un trabajo en el que habían estudiado las tasas de mortalidad súbita infantil entre 2015 y 2020, usando datos de mortalidad de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades. Y hallaron que la tasa había aumentado significativamente en bebés negros entre 2019 y 2020. En este nuevo estudio han examinado datos más recientes, hasta 2022.
Hay disparidades Hallaron que la tasa de mortalidad infantil general ha disminuido continuamente desde 1999 hasta 2022. Pero la tasa de mortalidad por muerte súbita infantil aumentó casi un 11% entre 2020 y 2022. En total, según los CDC, en 2022 murieron unos 3.700 niños pequeños y de ellos, 1.500 por muerte súbita infantil. A diferencia del estudio de 2023, estos investigadores hallaron que el aumento en casos de muerte súbita infantil no se limitaba a un sector demográfico, aunque sí hallaron disparidades porque la tasa de mortalidad por muerte súbita infantil es más alta entre los infantes nativos norteamericanos, los negros y los de Hawai e islas del Pacífico, al comparar las cifras con las de infantes blancos o asiáticos.
Este estudio en sí mismo no puede discernir cuáles son las razones del aumento pero Elizabeth Wolf, profesora del departamento de medicina pediátrica de la Universidad de este estudio, dijo que ella y sus colegas tienen algunas explicaciones posibles, como por ejemplo: aumento en el uso de opioides, la aparición del Covid-19 y la pandemia, o los mensajes por redes sociales que reciben los padres primerizos.
“En posteos de redes sociales se ven bebés que duermen en posiciones de riesgo, boca abajo en lugar de boca arriba, o en entornos poco seguros como camas de adultos, sofás, o hamacas infantiles”, dijo Wolf.
Si bien solo algunos casos de muerte súbita infantil son de veras prevenibles, los investigadores dicen que hay que trabajar para lograr que las familias sepan lo que hace falta para reducir los riesgos, y que también se necesitan regulaciones más estrictas para productos que podrían ser potencialmente peligrosos para los bebés cuando duermen. Por ejemplo, la Academia Estadounidense de Pediatría emitió un anuncio público en 2023 advirtiendo a los padres para que no utilizaran las mantas con peso que aparecían en publicidades para niños.
Este artículo ha sido traducido de Gizmodo US por Lucas Handley. Aquí podrás encontrar la versión original.
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Autor: Lucas Handley