Vaya por delante que tu perfume de cabecera, ese al que siempre recurrir en cualquier escenario, en cualquier momento, puede aportar mucho más bienestar del que imaginas. Suele decirse que, en tiempos de incertidumbre, aumentan las ventas de barras de labios –especialmente las de color rojo– por su poder para elevar la moral. No seremos nosotras las que pongamos en duda la capacidad de este producto de maquillaje para subir nuestra autoestima, de la misma manera que cuando tienes un good hair day o notas tu piel más luminosa, pero ha llegado el momento de dar al perfume el lugar que merece a la hora de hacernos sentir más positivas y mejorar nuestro estado de ánimo. Por este motivo, merece la pena invertir un poco de tiempo en averiguar cuál es la fragancia capaz de generar en tí ese efecto, esa a la que siempre recurrir independientemente del momento o de la estación del año. Sin embargo, esto no siempre resulta sencillo, dada la enorme cantidad de nuevos aromas que se lanzan casi cada día.Nuestro perfume de cabecera tiene que provocarnos emociones.
Michael Ochs Archives/Getty Images“Es cierto que, en perfumería, se lanzan muchas fragancias distintas cada año que se van sumando a las ya existentes. Pero eso no impide que podamos encontrar nuestro perfume, ese con el que nos sentimos identificados, ese que con apenas olerlo ya nos emociona, ese con el que nos diferenciamos de los demás. Para encontrarlo, en Le Secret du Marais preguntamos al cliente sobre su estilo de vida, sobre sus recuerdos olfativos y le recomendamos varias fragancias que debe probar en su piel durante algunos días en su propio entorno para saber si se identifica con el perfume y hacerlo suyo” cuenta Marta Tamayo, Directora de Comunicación y Marketing de Le Secret du Marais. “Para que un perfume se convierta en una prolongación de nuestra personalidad es imprescindible que nos guste y nos identifiquemos con él, pero por encima de todo tiene que ser capaz de provocarnos emociones. Si un perfume no nos emociona no puede convertirse en una parte de nosotros”, puntualiza.Cómo averiguar cuál es nuestro perfume de cabeceraPara muchas de nosotras, parte de nuestro tocador se ha convertido en una suerte de ‘cementerio de perfumes’ que hemos usado, de los que nos hemos enamorado y que, por una u otra razón, nos han dejado de gustar. En mi caso he de reconocer que esas fragancias se quedan ahí hasta que caducan –sí, los perfumes también tienen fecha de caducidad– o hasta que alguna amiga decide darles una nueva vida. A la mayoría de mis amigas les gusta intercambiar fragancias y descubrir nuevos amores, pero todas ellas tienen un aroma característico e inquebrantable. “En realidad no debemos hacernos grandes preguntas para averiguar cuál es nuestro perfume de cabecera”, dice la experta, “simplemente debemos dejarnos llevar por las emociones que nos produce. Si cuando te pones un perfume y lo dejas reposar unos minutos, al olerlo sonríes sin darte cuenta, ese es tu perfume de cabecera. Además de esto puedes plantearte en qué ocasiones vas a utilizarlo; si es para todos los días, para ocasiones especiales…, cuál es nuestro estilo; si es más sofisticado o más casual; qué tipo de familia olfativa nos gusta más, si tenemos algún ingrediente favorito…”.
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Autor: Vanessa Santos