
Investigadores de la Universidad de Columbia Británica calcularon que la probabilidad de que un avión sea impactado por escombros espaciales en un año determinado es de 1 en 430,000. Dado que un avión transporta en promedio 200 pasajeros, esto equivale a un riesgo de fatalidad de 1 en 2,200. Este cálculo solo considera los restos de cohetes, sin incluir los satélites ni la fragmentación de los escombros en piezas más pequeñas. Estudios previos sugieren que la posibilidad de que los desechos espaciales maten a una persona en la próxima década es de 1 en 10. Un problema en aumento © iStock. El creciente acceso al espacio ha provocado un aumento drástico en la cantidad de lanzamientos. En el año 2000 hubo 81 lanzamientos exitosos, pero en 2024 la cifra se elevó a 258. Como resultado, hay más de 2.300 cuerpos de cohetes orbitando la Tierra, y muchos de ellos terminan cayendo de manera descontrolada. Menos del 35 % de los lanzamientos incluyen medidas para controlar la reentrada de sus restos, lo que llevó a 120 reingresos descontrolados en 2024. Esto representa un peligro tanto para los aviones como para las áreas pobladas, con una probabilidad del 26 % de que un fragmento caiga en un espacio aéreo concurrido este año. Riesgos para la aviación y las zonas pobladas © Reuters / Brad Tucker. El Dr. Ewan Wright, autor principal del estudio, destaca que la reciente explosión del cohete Starship de SpaceX mostró la dificultad de gestionar el tráfico aéreo en situaciones de emergencia. A pesar de que se pudo predecir la zona de impacto, múltiples aviones tuvieron que modificar sus rutas. En 2022, el reingreso descontrolado de un cohete Long March 5B de China obligó a cerrar temporalmente el espacio aéreo sobre España, Francia y Mónaco. Según el estudio, existe un 75 % de probabilidad de que restos de cohetes atraviesen estas áreas de alta densidad aérea en un año determinado. Las piezas más pequeñas de escombros también representan un gran peligro. Fragmentos de apenas un gramo pueden dañar un avión si impactan contra una ventanilla o un motor, mientras que una pieza de 300 gramos podría causar un incidente catastrófico. ¿Qué se puede hacer para reducir el riesgo? © iStock. Los expertos advierten que, a menos que se implementen regulaciones, el riesgo de accidentes aumentará. La Corporación Aeroespacial estimó en 2021 que la posibilidad de una víctima fatal por escombros espaciales era de 1 en 1,000, cifra que podría aumentar a 1 en 119 para 2035. El profesor Michael Byers, coautor del estudio, señala que existen soluciones como reentradas controladas y el diseño de cohetes que se fragmenten en piezas más seguras. Sin embargo, estas mejoras requieren inversión, y las empresas espaciales no están obligadas a implementarlas. Byers enfatiza que los gobiernos deben unirse para establecer normas globales que reduzcan el riesgo de que los restos de cohetes se conviertan en una amenaza real para la seguridad aérea y las poblaciones en tierra.
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Autor: Martín Nicolás Parolari