
<div class="ue-c-article__media-caption-inner"><span class="ue-c-article__media-description">Cristiano, Pelé y Romario.</span></div>
Cristiano Ronaldo tiene 40 años y 925 goles tras marcar hoy viernes ante el Al Fayha. Para un competidor insaciable las cifras no son un adorno, ejercen de estímulo. En el portugués, siempre atento a la estadística, la cota de los mil goles es un bocado apetecible. Alcanzarlos le colocaría en una cima sólo para dioses. En ese puñado de elegidos figuran Pelé y Romario, cada uno con su película personal.No hay ningún síntoma, ni deportivo ni extradeportivo, que acerque a Cristiano Ronaldo a la retirada. Para él no existen las trabas del calendario. Su ambición sólo permite dudar de cuándo logrará los mil goles. ¿Será en 2026, cuando dispute un nuevo Mundial? ¿Tendrá que esperar más? ¿Será capaz de alargar su carrera hasta el evento mundial de 2030, con la organización a tres bandas entre Marruecos, España y Portugal?La calculadora de PeléEn la reciente entrevista con Edu Aguirre en La Sexta, el portugués eludió la presión sobre un reto al que se acerca sin frenos. "La gente está un poco pesada con los mil goles. Las cosas tienen que pasar de forma natural. Si no llego a los mil no pasa nada,", afirmó. Es otra táctica distinta a la que afrontó Pelé, el primero que puso la bandera en la luna de una cifra asombrosa. Para Pelé la calculadora fue más que un hobby. O’Rei explotó la vena de visionario en el mundo de los negocios mejor que muchos de sus coétaneos. Sólo abandonó el Santos cuando la caja registradora se le abría para ser el nuevo faro de Pepsi, el Cosmos y Nueva York.O’Rei alcanzó el millar de goles en 1969 en un partido con el Santos.Antes, había saboreado la gloria de hacer el gol mil. 1969 aparecía como el año en el que iba a lograr la hazaña. Según se aproximaba al registro cada uno de sus partidos se convertía en una romería. Los estadios que visitaba querían ser la sede de un instante mágico.Sobre la fecha del gol mil de Pelé merodea un átomo de polémica.Oficialmente, y así se festejó por el propio mito, su cifra legendaria la consiguió el 19 de noviembre del 69 en Maracaná, en un Santos-Vasco Da Gama. Posteriores estudios sostienen que había sucedido antes, el 12 de noviembre, en un Santos-Santa Cruz, pero la que prevalece es la del 19.En los partidos previos a ese 19 de noviembre se habían vivido episodios paranormales. Recepciones, coreografías casi militares y Pelé que hizo de portero en mitad de un partido porque el titular se lesionó y él figuraba como guardameta reserva.Un penalti 'fantasma’Todo quedó pues para ese día 19 con un Santos-Vasco da Gama en Maracaná, la cementera infinita. El Día Nacional de la Bandera del Brasil estaba destinado a que Pelé, con 29 años, marcara un gol histórico. El momento más esperado llegó desde el punto de penalti. Un pase sobre el área terminó con el ’10′ en el suelo sin que nadie le tocara. Sin embargo, el colegiado Manoel Amaro señaló la pena máxima. En un reportaje mostrado en Movistar, Amaro admitía que deseaba "pasar a la historia como el árbitro que concedió el gol 1.000 de Pelé".Una vez pitado el penalti, Pelé cogió el balón, un momento que recoge así en sus memorias: "Por primera vez en toda mi carrera, me sentía nervioso… Estaba temblando". El lanzamiento ante el meta de Vasco, el argentino Andrada, concluyó en gol. Por primera vez en toda mi carrera me sentía nervioso. Estaba temblando. Luego lloré y me subieron a hombrosPelé, tras marcar el gol mil de su carrera."El estadio entró en erupción, se escuchaban petardos y ovaciones… Luego lloré, me subieron a los hombros de alguien y sostuve el balón en alto", relató el futbolista. Los aficionados de Vasco le entregaron una camiseta con el número mil impreso, mientras Maracaná exhibía en el césped el retrato de un hormiguero en fuga.El brasileño llegó a la mítica cifra del millar de goles en 2007.Entre divinidades no hay fronteras. Romario alcanzó los mil goles porque lo dijo Romario. El brasileño, convertido en el propio abogado defensor de su causa, defendió que la cifra de los monstruos la tenía en sus botas en 2007, cuando ya contaba con 41 años y defendía la casaca de Vasco da Gama.Las particulares cuentas de RomarioEl delantero, el del repertorio inagotable en el área, había contado en su documentación particular hasta goles logrados en partidos benéficos. En su carrera hacia los mil, Romario no esquivó las actas de encuentros como un 'Roma-Amigos de Aldair', evento en el que hizo dos goles como podía haber hecho trece. Hasta una leyenda urbana le atribuía un doblete en sus tablas matemáticas en un partido que terminó con empate a cero.La gente está un poco pesada con lo de los mil golesCristiano Ronaldo, en La SextaTodas estas piruetas contables hicieron que el empeño de Romario se tomara a broma en algunos sectores. La afición de Botafogo desplegó una pancarta con la leyenda 'Mil veces mentiroso'. La revista 'Placar' estimaba que la cifra oficial de goles de Romario no llegaba a 900.Ajeno a todo ello, Romario mantenía su cruzada. En marzo de 2007 alcanzó los 999 tantos en Maracaná, el estadio en el que quería golear hacia la eternidad. No sería sencillo. El registro puso a prueba la paciencia y el físico del brasileño.Pelé, a hombros en Maracaná tras lograr los mil goles.La épica, sin vencer a la sospecha, se coronó el 20 de mayo de 2007 en un Vasco da Gama-Sport Recife disputado en el estadio de Sao Januario. Como sucedió con Pelé, el gol de todos los goles llegó desde el punto de penalti.La FIFA hace otras cuentasRomario engañó al portero rival, Magrao, y desencadenó otra ceremonia de descontrol. Fótografos, familiares y aficionados invadieron el césped mientras el futbolista se hacía un hueco para hablar: "Esto es histórico para mí y para el fútbol mundial". Su madre, doña Lita, llegó hasta el césped con una camiseta con el mil a la espalda. El partido quedó interrumpido durante casi media hora.Con Romario instalado en el milenio poco le importaba que la FIFA no reconociera oficialmente su cifra goleadora. Al organismo no le salían las mismas cuentas que al brasileño.En unos meses se vivirá otra cuenta hacia la inmortalidad para Cristiano Ronaldo, un yonqui de la competición. Cada partido del delantero será un acontecimiento. Los 1.000 goles son un nuevo desafío para el portugués. Sólo queda por definir cuándo y dónde rubricará la misma gesta que Pelé y Romario. Porque, ¿alguien duda de que lo conseguirá?
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Autor: JOSÉ LUIS HURTADO