
Las islas recursivas son una singularidad geográfica donde una isla alberga un lago, dentro del cual hay otra isla, que puede repetir el patrón en distintos niveles. Aunque parece un concepto abstracto, existen ejemplos reales en distintas partes del mundo, aunque el más impresionante se encuentra en Canadá. El caso más emblemático: una isla dentro de un lago en una isla canadiense © iStock.La increíble isla dentro de un lago, dentro de una isla: el fenómeno natural que asombra en Canadá El ejemplo más sorprendente de este fenómeno es la Isla sin Nombre («Unnamed Island»), ubicada en el lago Victoria, dentro de una isla mayor en Canadá. Esta estructura geográfica fue descubierta mediante imágenes satelitales y verificada por cartógrafos. Se trata de una pequeña isla dentro de un estanque, ubicado en una isla dentro del lago Victoria, el cual a su vez se encuentra dentro de otra isla más grande. Este patrón de concéntricas formaciones de agua y tierra convierte a este lugar en el mayor ejemplo de isla recursiva en el planeta.
¿Cómo se forman las islas recursivas? Este tipo de formaciones son el resultado de procesos naturales que ocurren durante miles de años. Entre los principales factores que influyen en su aparición se encuentran:
Acumulación de sedimentos en lagos, que pueden dar lugar a pequeñas islas en su interior. Actividad volcánica, que crea depresiones que posteriormente se llenan de agua. Hundimiento de terrenos en zonas de alta pluviosidad, favoreciendo la formación de cuerpos de agua en distintos niveles. Erosión diferencial, que moldea la geografía y da lugar a la creación de lagos y pequeñas islas dentro de ellos. Otros ejemplos fascinantes de formaciones geográficas recursivas Si bien la estructura canadiense es la más icónica, existen otros casos alrededor del mundo que también han captado la atención de geógrafos e investigadores:
Filipinas – Lago Taal: En la isla de Luzón se encuentra el lago Taal, que contiene la isla Vulcan Point en su interior, considerada uno de los ejemplos más conocidos de islas recursivas. Los Emiratos Árabes y Omán: Aunque no es una isla, esta región presenta una curiosidad geopolítica donde un pueblo está rodeado por Omán, que a su vez está rodeado por los Emiratos Árabes Unidos, creando una especie de «territorio recursivo». Bélgica y los Países Bajos – Baarle-Hertog y Baarle-Nassau: En esta zona fronteriza existen múltiples enclaves y exclaves, donde una calle o incluso una casa pueden pertenecer a dos países al mismo tiempo. Una maravilla geográfica que sigue sorprendiendo El caso de la isla recursiva en Canadá es un ejemplo extremo de la complejidad natural, donde la geografía desafía los patrones convencionales de la Tierra. Su hallazgo a través de tecnología satelital ha permitido comprender mejor estos fenómenos y abre la puerta a seguir descubriendo estructuras similares en distintas partes del mundo.
La naturaleza, una vez más, demuestra que aún tiene sorpresas por revelar.
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Autor: Martín Nicolás Parolari