
Si quieres mejorar tu memoria, es probable que ya hayas probado algunas técnicas antes que no necesariamente te han funcionado. También, es probable que estés leyendo esto porque te has sumado a los millones de usuarios de internet que han notado cómo su capacidad cognitiva ha cambiado desde que emplean redes sociales en el día a día.Sin duda, actualmente es retador poner en práctica nuestra memoria, pues nos hemos acostumbrado a buscar en internet cualquier tema que no recordemos o incluso a hacer una llamada o mandar un mensaje cuando queremos que alguien nos refresque un recuerdo. Prueba de ello: todas las mamás que mandan un WhatsApp a sus hijos preguntando dónde comieron juntos la semana pasada. Pero, ¿qué pasa cuando nos encontramos en un examen sin el celular? ¿O cuándo no tenemos acceso a internet? Peor aún, cuando nos quedamos sin batería. Después de todo, ¿cuándo fue la última vez que te aprendiste un número celular al que marcarle en caso de emergencias?Para ayudarte a mejorar tu memoria, existen distintas técnicas que se centran en la estimulación del cerebro, la repetición de la información, el cuidado de los hábitos del día a día y más. Algunas de estas estrategias se centran en el momento previo al estudio, otras se aplican durante el estudio y algunas más son para después de estudiar. No obstante, pocos conocen una estrategia centrada en después de estudiar que sirve para mejorar tu memoria con un simple truco: la liberación de adrenalina.La adrenalina y la memoriaPrepárate para estudiar con estos tips
Newsday LLC/Getty ImagesDe acuerdo con diversas investigaciones, es posible mejorar tu memoria si después de estudiar te enfrentas a una activación de adrenalina.Un estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona demostró que existe un efecto positivo de la adrenalina sobre la memoria, especialmente aquella de reconocimiento visual, como la identidad y localización de un objeto. Esto se debe a que la adrenalina, que es una hormona, afecta directamente la manera en que el cerebro almacena los recuerdos.
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Autor: María González