
Publicado por
Christian Pérez
Redactor especializado en divulgación científica e histórica
Creado:
17.02.2025 | 09:49
Actualizado:
17.02.2025 | 09:49
La historia de la Gran Muralla China ha dado un giro inesperado. Un equipo de arqueólogos ha descubierto en la provincia de Shandong lo que ahora se considera el tramo más antiguo de esta imponente fortificación. Las excavaciones realizadas en el distrito de Changqing, en la ciudad de Jinan, han sacado a la luz secciones que datan de la dinastía Zhou Occidental (1046 a.C.-771 a.C.) y del periodo de Primaveras y Otoños (770 a.C.-476 a.C.), lo que adelanta su origen en aproximadamente 300 años.
El hallazgo, liderado por el Instituto Provincial de Reliquias Culturales y Arqueología de Shandong, se llevó a cabo entre mayo y diciembre de 2024 en un área de 1.100 metros cuadrados. Se trata de la primera excavación sistemática del tramo de la Gran Muralla correspondiente al antiguo estado de Qi, una de las potencias militares del periodo de los Reinos Combatientes (475 a.C.-221 a.C.). Los expertos han empleado un enfoque multidisciplinar que incluye el análisis de artefactos tradicionales, el estudio de fitolitos (restos de plantas fosilizadas) y técnicas avanzadas de datación como la luminiscencia ópticamente estimulada (OSL) y el carbono-14.
Estos trabajos han permitido identificar diferentes fases de construcción, evidenciando la evolución arquitectónica y estratégica de la muralla a lo largo de los siglos. Lo que antes se creía una simple línea defensiva ha resultado ser una estructura con múltiples funciones, reflejando la compleja planificación militar del estado de Qi.
La Gran Muralla de Qi: la primera y la más extensa
La Gran Muralla de Qi, reconocida por la UNESCO como parte del Patrimonio Mundial, es el tramo más antiguo y extenso de la muralla china. Se extiende a lo largo de 641 kilómetros, desde Changqing en el oeste hasta la costa de Qingdao en el este. Su función principal era proteger al estado de Qi de invasiones externas, especialmente de sus vecinos del norte y del oeste.
Nuevos hallazgos arqueológicos en Shandong adelantan en 300 años el origen de la Gran Muralla China. Foto: Jinan Daily
El descubrimiento de estas secciones antiguas confirma que su construcción comenzó mucho antes de lo que se pensaba. Los arqueólogos han identificado tres fases principales de desarrollo. Las murallas más antiguas tienen aproximadamente 10 metros de ancho y fueron construidas con una técnica rudimentaria de apisonamiento de tierra. Más tarde, durante el periodo de los Reinos Combatientes, se perfeccionaron los métodos de construcción, aumentando su tamaño y resistencia. Finalmente, en el reinado del rey Xuan de Qi (c. 350-301 a.C.), se introdujeron técnicas avanzadas como el uso de tierra amarilla compactada con pisones de metal, lo que garantizó una mayor durabilidad.
Este hallazgo no solo retrasa la cronología de la Gran Muralla, sino que también aporta nuevas perspectivas sobre su papel en la estrategia militar de la antigua China.
Un hallazgo arqueológico revela el uso real de un tramo olvidado de la Gran Muralla China, cambiando por completo lo que creíamos saber sobre su historia y propósito
Un asentamiento escondido bajo la muralla
Uno de los aspectos más sorprendentes de la excavación ha sido el descubrimiento de estructuras residenciales bajo los tramos más antiguos de la muralla. Se han encontrado dos viviendas semisubterráneas con cimientos cuadrados y esquinas redondeadas, un estilo característico de la época.
Este hallazgo sugiere que antes de la construcción de la muralla, la zona pudo haber sido un pequeño asentamiento, posiblemente vinculado a la defensa de un río cercano. Es probable que estas comunidades hayan sido las primeras en erigir barreras defensivas primitivas, que con el tiempo evolucionaron hasta convertirse en la imponente muralla de Qi.
A escasos 1,5 kilómetros de la muralla, los arqueólogos también han identificado las ruinas de la antigua ciudad de Pingyin, mencionada en textos históricos como el Zuo Zhuan y el Comentario del Clásico del Agua. Se sabe que Pingyin fue un bastión militar clave en los conflictos entre Qi y los estados de Jin. La presencia de una ciudad fortificada tan cerca de la muralla refuerza la idea de que esta no era solo una barrera defensiva, sino una infraestructura pensada para el control estratégico del territorio y las rutas comerciales.
Tecnología y arqueología: una combinación clave
El estudio de la Gran Muralla de Qi ha sido posible gracias al uso de tecnología avanzada. Las muestras de tierra y materiales orgánicos han sido sometidas a datación por carbono-14 y luminiscencia óptica, permitiendo precisar las fechas de construcción con mayor exactitud.
Además, la cartografía aérea con drones ha revelado detalles estructurales que antes pasaban desapercibidos, como caminos, fosos y rampas de acceso. Estos elementos demuestran que la muralla no era una simple línea de defensa, sino un sistema complejo con distintos niveles de fortificación y zonas habitacionales.
Este enfoque multidisciplinar ha abierto nuevas líneas de investigación. Se espera que futuros estudios permitan esclarecer más detalles sobre la organización social y militar del estado de Qi, así como el impacto de la muralla en la configuración del territorio chino.
Excavaciones en Changqing, Jinan, revelan que la Gran Muralla es 300 años más antigua de lo estimado. Foto: Istock
Un hallazgo que cambia la historia
El descubrimiento de este tramo de la Gran Muralla de Qi representa un hito en la arqueología china. Hasta ahora, se creía que las primeras murallas fueron construidas durante el periodo de los Reinos Combatientes, pero las evidencias encontradas en Shandong han cambiado esta narrativa.
Este hallazgo no solo permite comprender mejor la evolución de las técnicas constructivas en la antigua China, sino que también pone en valor el papel del estado de Qi como pionero en la construcción de fortificaciones a gran escala.
Hallazgo histórico en Irak: revelan la verdadera magnitud de Khorsabad, la antigua capital asiria oculta bajo tierra por 2.700 años
Los arqueólogos continúan trabajando en la zona, convencidos de que aún hay mucho por descubrir. La historia de la Gran Muralla sigue escribiéndose, y cada nuevo hallazgo nos acerca un poco más a entender la grandeza de esta obra milenaria.
Fuente:
Autor: christianperez