
<span class="ue-c-article__media-description">El presidente de EEUU, Donald Trump, en el Despacho Oval de la Casa Blanca el pasado viernes.</span><span class="ue-c-article__media-source"><span class="ue-c-article__media-author"><span itemprop="name">Jim Lo Scalzo</span></span><span class="ue-c-article__media-agency">EXPANSION</span></span>
<p class="ue-c-article__paragraph">Con el retorno de <strong>Donald Trump</strong> a la Casa Blanca, la política económica de Estados Unidos se ha convertido en una vorágine de amenazas que, de cumplirse, dejarán un panorama desolador en el comercio internacional. Tras anunciar <strong>aranceles </strong>del 25% al acero y al aluminio y anticipar que aplicará tarifas recíprocas a los países con los que el balance comercial de EEUU es deficitario, Trump ha anticipado un <strong>nuevo mazazo arancelario a las importaciones de automóviles, semiconductores y productos farmacéuticos</strong>, un golpe que se anunciará formalmente en abril y que inicialmente sería del 25%, pero que irá <i>in crescendo</i> en el caso de los microchips y los medicamentos, que "subirán sustancialmente más en el transcurso de un año", afirmó el presidente estadounidense, que en menos de un mes de mandato ha revolucionado el escenario internacional.</p>Seguir leyendo
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Autor: J. Díaz