
El estado de salud del papa Francisco ha despertado inquietud entre sus seguidores. Aunque los médicos aseguran que su condición es estable, el pontífice enfrenta un panorama complicado. En este contexto, una cuestión resurge con fuerza: el deseo que nunca pudo cumplir. Para algunos, se trata de una decisión estratégica; para otros, una cuenta pendiente que el tiempo se encargó de cerrar. La salud del papa: Incertidumbre y esperanza © Andrew Medichini / AP – Gizmodo. El papa Francisco sigue internado en el hospital Gemelli de Roma, donde se encuentra bajo observación debido a una neumonía bilateral y otras complicaciones. Aunque su estado se mantiene estable y ha iniciado fisioterapia, su situación sigue siendo delicada. El Vaticano emitió un comunicado asegurando que «el Santo Padre no ha presentado crisis respiratorias en las últimas horas», pero reconoció que su cuadro clínico sigue siendo complejo. Por esta razón, los médicos han optado por un pronóstico reservado, dejando abiertas múltiples posibilidades sobre su evolución.
Oraciones en Roma: La comunidad argentina se une por Francisco El impacto de la hospitalización del papa se ha sentido con fuerza en Roma, especialmente entre la comunidad argentina residente en la ciudad. La Iglesia de Santa María Addolorata, conocida como el templo de los argentinos en la capital italiana, se ha convertido en un punto de encuentro para aquellos que rezan por su recuperación.
Las paredes de la capilla están adornadas con fotos del pontífice y, junto a una imagen de Nuestra Señora de Luján, los fieles han dejado mensajes de apoyo y súplicas por su salud. En la misa mensual de la comunidad argentina, las plegarias por Francisco se han intensificado, reflejando la preocupación de quienes lo sienten cercano, a pesar de la distancia.
Según el centro de estudios IDOS, aproximadamente 1.200 argentinos residen en Roma, muchos de los cuales han acudido a esta iglesia para expresar su apoyo al papa. «Siempre rezamos por él, pero en estos días más que nunca», afirmó el padre Laguna, encargado de la comunidad.
El sueño que, tal vez, nunca se cumplirá © iStock. Desde que asumió como papa en 2013, Francisco ha viajado a distintos rincones del planeta, pero hay un destino que nunca ha visitado: su propia tierra natal, Argentina.
A diferencia de sus predecesores, como Juan Pablo II, quien visitó Polonia en múltiples ocasiones, o Benedicto XVI, que viajó tres veces a Alemania, Francisco nunca ha regresado a Buenos Aires. Este hecho ha generado múltiples especulaciones y cierta frustración entre los argentinos, quienes esperaban con ansias su regreso. Según la periodista Elisabetta Piqué, biógrafa del pontífice, la principal razón detrás de esta ausencia es el temor a que su visita sea utilizada con fines políticos. «Siempre sintió que cualquier viaje a Argentina podría ser manipulado, por eso lo ha postergado tantas veces», explicó.
© iStock. Por su parte, el biógrafo Austen Ivereigh sostiene que el papa solo consideraría viajar a Argentina si su presencia ayudara a sanar las divisiones sociales. «Argentina es un país con una cultura política extremadamente polarizada, y Francisco siempre ha sido muy consciente de ello», señaló. Además, el propio pontífice ha mencionado en varias oportunidades que prefiere visitar países que nunca han recibido la visita de un papa, antes que regresar a su país natal.
Una despedida a la distancia Aunque su deseo de regresar a Argentina sigue intacto, las condiciones de salud del papa Francisco hacen que esa posibilidad sea cada vez más lejana. Con un cuadro delicado y la incertidumbre sobre su evolución, es probable que el anhelo de pisar su tierra natal quede solo en una intención. Mientras tanto, en Argentina y en todo el mundo, los fieles continúan orando por su recuperación, aferrándose a la esperanza de que aún le queden fuerzas para seguir adelante.
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Autor: Martín Nicolás Parolari