
Musa de los reyes de las pasarelas e icono de estilo: Kate Moss fue, es y siempre será un símbolo en el mundo de la modaHablar de Kate Moss (Croydon, Reino Unido, 1974) es sinónimo de hablar de moda. Desde sus primeros pasos como modelo en los años 90, Moss irrumpió en la industria de la moda en un momento de transición. Con su aire despreocupado, supo derribar la imagen de la supermodelo y estableció un un estilo que cautivaba y que no requería de una perfección inalcanzable. Ella, una avanzada a su tiempo, consiguió devolvernos a la tierra a través de la naturalidad. Su huella ha sido y es imborrable. Todas tenemos algo de Moss en nuestro ADN estilístico –estas palabras no han sido escritas por una que lleva la foto de Peter Lindbergh en la que ella aparece sosteniendo un cigarro en su fondo de pantalla la cantidad de años que hace que se lanzara la posibilidad de personalizarlo (nótese la ironía)–.El éxito rotundo del que gozó su colección para Zara en la que reinterpretaba prendas de su archivo personal y el hecho de que se agotara en apenas días –muchas prendas en horas colgaron el cartel de sold out– son una clara muestra de la inclinación perenne que las que sentimos algo de cariño hacia el mundo de la moda siempre profesaremos hacia la británica. En su última aparición en París, para acudir a la presentación para el próximo otoño-invierno de la mano de Isabel Marant, Kate Moss nos ha dado otra lección de estilo de esas que recordaremos por siempre como los estilismos de Glastonbury que aparecen en nuestras mentes cada vez que vemos unas botas Hunter o cualquier slip dress en tonos claros.Las piezas fundamentales –y en las que no podemos dejar de pensar– que compusieron la amalgama estilística fueron una cazadora en efecto piel de corte oversize, un guiño muy noventero, unos shorts satinados con detalle de encaje en la parte inferior y un top en punto transparente que superponía a una camiseta de interior negra. Además, aportaba el toque rebelde y roquero propio de sus orígenes británicos al decantarse por unas medias de rejilla y unos botines drapeados de tachas y de caña media. Pero, ¿qué es lo que nos quiere decir con todo ello?El punto más importante es, sin lugar a dudas, que los guiños a 2010 ya no son referencias, sino representaciones físicas de una moda que vuelve 15 años después. Las medias de rejilla a las que la Generación Z aspirábamos al vérselas puestas a nuestras adolescentes de referencia cuando íbamos al instituto vuelven para que podamos disfrutarlas de forma pertinente. Igual lo hacen los shorts, esa pieza que las chicas Tumblr llevaban con aspecto desenfadado y con un toque de after party que nuestra edad aún no nos permitía. También los botines de caña media, aquí mucho tiene que ver Isabel Marant. La marca que conquistaba a las primeras blogueras con sus deportivas de cuña –por aquí ya pensamos en ellas y su retorno resulta casi inminente– regresa con una colección en la que este calzado de la segunda década de los dos mil vuelve a nuestra mente.
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Autor: Teresa Romero Martínez