
Las sandalias más especiales de la primavera tiene varias tiras muy gruesas y de diferentes colores. Las ha llevado por primera vez, en la que sin duda ha sido su presentación oficial al público, la actriz con los ojos verdes más bonitos (del cine), es decir, Jennifer Connelly.Y partir de aquí, con toda la información sobre la mesa, este artículo se podría convertir en una interminable lista de halagos dirigidos hacia la actriz natural de Nueva York, cuyo talento le ha permitido trabajar sin descanso desde su tierna infancia hasta hoy mismo, con 54 años casi recién cumplidos. Ganadora de un Oscar por su precioso trabajo en Una mente maravillosa, Jennifer mantiene además una estrecha relación con la industria de la moda y, en especial, con la casa Vuitton. Íntima amiga del actual director creativo de la maison (Nicolas Ghesquière), no se pierde un desfile y luce creaciones de la firma siempre que tiene ocasión. Es la mejor embajadora porque, en su caso, todo sucede con naturalidad.Jennifer Connelly durante el desfile otoño-invierno 2025/26 de Louis Vuitton. © GettyImages.
Marc PiaseckiSi Jennifer Connelly lo lleva, es muy digno de ser considerado como “tendencia”. Siempre y cuando entendamos como “tendencia” cualquier prenda o accesorio que provoque nuestro deseo. Otra cosa es que se popularice y que en cuestión de poco tiempo se haga con un hueco en una mayoría importante de los armarios del mundo. Jennifer no es una prescriptora de moda, sino una actriz, y eso siempre ralentiza este proceso que en el caso de las creadoras de contenido fluye a una velocidad vertiginosa. Así pues, que Jennifer Connelly se haya decantado por unas sandalias de tiras gruesas tan especiales como las que ha escogido para asistir al desfile de Louis Vuitton en París, coloca el par en cuestión en el radar.Lo que suceda dentro de unos meses es un capricho da la industria y de un público cada vez más predecible y disperso. Mientras tanto, en nuestro universo nostálgico, Jennifer prescribe como ningún otro nombre (y rostro) es capaz de hacerlo.
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Autor: María Mérida