
Los discípulos de Virginie Viard – muchos de ellos posiblemente también discípulos de Karl Lagerfeld – tienen las lecciones de qué es Chanel muy bien aprendida. Dicen los grandes expertos de la industria que el equipo de diseño encargado de la transición entre Viard y su nuevo director creativo, Matthieu Blazy, armaron para el próximo otoño una colección que tachaba todos los ‘checks’ de la firma: el tweed, los zapatos bicolor, las camelias, los lazos, las chaquetas de cuello redondo… Y las perlas.Esa es, probablemente, la lección que mejor trasladaron a la realidad de la ropa y los accesorios honrando a Gabrielle Chanel quien en su día a firmó que “una mujer necesita tiras y tiras de perlas”. A ello se pusieron, incluyendo esta pieza de joyería en collares, pendientes, pulseras, cadenas de bolsos y convirtiéndolos en otros elementos del vestir como tacones o bolsos.© Cortesía de Chanel© Cortesía de ChanelLas tiras de perlas que quería Gabrielle Chanel han sido incluidas en la colección con semejante literalidad que es imposible no fijarse en ellas. Mucho menos no soñar con ellas. Más allá de las joyas como los colgantes y brazaletes, como más han trabajado y elevado las perlas ha sido convirtiéndolas en tacones y en bolsos propiamente dichos.→ Botines y salones de piel han sido rematados con un tacón esférico, grande y aperlado que incluye el logo de la doble C en color negro y que simula ser una perla. Andar sobre perlas es posible en el universo de Chanel.→ Bolsos redondos que imitan una perla gigante y que incluyen una cadena que, lejos de ser metálica o de piel, también está formada por perlas de diferentes tamaños. El bolso, con la cadena incluida, emula el collar tipo Vilma que tanto hemos visto estos últimos meses.© Kristy Sparow/Getty ImagesBOBYEstos son dos gestos estilísticos muy alineados con las tendencias. Por su parte, los tacones escultóricos son ya una constante en las pasarelas más importantes y, desde que Loewe innovara con el tacón en forma de pintalabios o mechero, cada firma esta elaborando el suyo. En la casa de Gabrielle Chanel solo podía adoptar forma de perla. Lo mismo sucede con los bolsos: después del banana, el croissant, el media luna, el abanico… Faltaba el perla.Una de las voces más autorizadas del periodismo de moda, Sarah Mower, afirmaba que, vista la colección, era fácil entender cómo de bien conocían la firma quienes trabajaban en su equipo de diseño. Es una buena base para que Matthieu Blazy, el diseñador en camino, la conjugue con el presente.
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Autor: Isabel Serra