
Bares y restaurantes para ir con amigas en MadridLlega el fin de semana y en vuestro grupo de amigas comienza la lluvia de ideas sobre dónde ir. La infinita oferta de restaurantes y locales de ocio que conviven actualmente en la capital puede hacer difícil la elección final. Bares donde reine un ambiente agradable –y, por supuesto, ligeramente festivo–, restaurantes con una carta sorprendente donde no falten cócteles de autor y lugares de moda donde poder picar algo con un buen vino para dar comienzo a la noche. En Madrid hay de todo y para todos los gustos, pero estos son nuestros bares y restaurantes favoritos para una noche con amigas.ArednaCalle de Barceló, 5.Este nuevo libanés que fusiona los platos tradicionales de esta región con un toque madrileño es perfecto para ir con amigas. Toda la carta de Aredna está pensada para compartir, y la amplia (y riquísima) variedad de opciones vegetarianas y veganas hace extremadamente fácil poner de acuerdo a todo el mundo. Nada mejor que una sesión de cotilleo degustando alguno de sus hummus (o el mezze de tres hummus, para probar un poco de todo) o entrantes deliciosos como su berenjena rustida. Entre los principales, el contramuslo de pollo de corral es una opción ganadora, pero si queréis algo más especial, los arayes de carne son imprescindibles. Para terminar, el shoayhiyet (no preguntes qué es, solo pídelo) relleno de ricotta, azahar y pistachos es perfecto, incluso, para las que nunca quieren pedir postre.OleaCalle del Castillo, 19.De todos los restaurantes especializados en vinos naturales y platos deliciosos que han abierto en los últimos meses en Madrid, Olea es uno de nuestros favoritos. Y, sin duda, el primero en la lista para orquestar una cita con amigas. El local es amplio y agradable, tienen una carta líquida diversa y variada para probar referencias desconocidas y un menú sencillo y pensado para compartir: de tablas de quesos y embutidos de la mejor calidad a platos a base de verduras que no se parecen a nada que hayas probado antes –su Berenjena con pesto pesto de tomates secos y anacardos, coronada con una salsa de tahini y limón negro es una delicia– y platos de pasta ricos y refrescantes para culminar el festín. Os gustará tanto que, una vez lo probéis, no querréis quedar en ningún otro sitio.El BuenCalle de los Hermanos Bécquer, 5.erlantz biderbostSiguiendo la estela de otros locales de éxito como Los 33 o Casa Canito, llega al corazón del Barrio de Salamanca El Buen: un lugar sencillo pensado para hedonistas. Mesas altas y una cocina abierta protagonizan un espacio que rinde homenaje al bar de toda la vida. Su carta, con pocos platos y un guiño a sus raíces vascas, la protagonizan una serie de elaboraciones pensadas para compartir y que ponen todo el foco en el producto de calidad. Destacan El buen mixto, elaborado con jamón ibérico, queso de tetilla y yema curada; las Croquetas cremosas de jamón Arturo Sánchez, el Puerro a la parrilla con bechamel de Idiazábal y papada ibérica; o la Merluza en tempura con mayonesa de kimchi. Una cuidada selección de vinos –en su mayoría, nacionales– completan la propuesta de un bar al que se puede ir en cualquier momento del día. El lugar perfecto para un afterwork, el aperitivo del domingo o una cena de sábado improvisada.Li-OnnaCalle de Recoletos, 1.COKE RIERACOKE RIERAUn restaurante japonés de alma –y mucha influencia– latina acaba de aterrizar en la capital. El prestigioso arquitecto Lázaro Rosa-Violán está detrás del diseño del primer proyecto en España del grupo Tanaka Hospitality, que cuenta con más de 40 restaurantes en México. Li-Onna es perfecto para una cena con amigas donde disfrutar de una cocina que fusiona sabores de diferentes culturas consiguiendo platos sorprendentes: del Tataki de res con coles de bruselas y ali oli de trufa a los Rollos de rib-eye con teriyaki balsámico o el Salmón gochogaru. El espacio, íntimo y sofisticado, es el escenario idóneo para una cena de fin de semana en la mejor compañía. Los cócteles, en esta cita tan especial, no pueden faltar.Bar TrafalgarCalle de Alburquerque, 14.Pocas semanas de abrir sus puertas Bar Trafalgar ya era el lugar de moda en el barrio de Chamberí. Cócteles de autor, una luz tenue que construye un ambiente íntimo, una mesa de billar y deliciosos platos pensados para compartir son los puntos fuertes de un local que, dos años después, sigue en la lista de favoritos de muchos madrileños. Ideal para ir con amigas al salir de la oficina, a comer algo a mediodía o para dar comienzo a una noche de fiesta. Como imprescindibles para comer destacan sus Anchoas con lingote de mantequilla sobre pan brioche o su Ensaladilla rusa. Merece una mención especial su catálogo de cócteles: desde los clásicos Pisco Sour o Margarita a las elaboraciones de autor, donde encontramos su versión del Negroni Rojo o el Bloody María, un tentador Lady Chamberí o, la guinda de la carta, el Tiramisú hecho cóctel, perfecto para tomar a modo de postre (especialmente, si es allí donde empieza la noche).Manifesto 13Calle de Hartzenbusch, 12.En cualquier listado de restaurantes para ir con amigas tiene que haber un italiano. Y Manifesto 13 es, en ese terreno, el lugar de moda en la capital. La razón principal –y aunque suene a tópico, conviene decirlo– es que Manifesto 13 no es un restaurante italiano como los demás. Su espacio se acerca más a los locales de moda del Soho neoyorquino que a una trattoria tradicional en el centro de Roma. Los platos que se sirven, aunque guardan la esencia de la cocina tradicional italiana, apuestan por un toque fresco y contemporáneo. Así, en su carta encontramos entrantes como el Tartar de ternera con emulsión de ostras al Pan con ragú de longaniza y pecorino o la Vieira con leche de tigre de parmigiano y albahacas; y, en la sección de principales, destaca como plato estrella el Agnolotti de piña y parmigiano con mantequilla artesanal y salvia frita.Gilda HausCalle de San Mateo, 6.Silvia RetanaSilvia RetanaCuando encontrar un local con ambiente desde la tarde, buena música cócteles elaborados es el objetivo principal, Gilda Haus es EL lugar. Un espacio diáfano en el barrio de Chueca cuyo interior, cubierto de moqueta y terciopelo naranja y con toques metalizados, invita a comer, beber y, sobre todo, bailar, a cualquier hora del día. En pocos meses se ha convertido en el place to be del madrileño barrio de Chueca. Una infinidad de grupos de jóvenes hacen cola, cada fin de semana, para disfrutar de las sesiones –con una línea musical que se mueve entre el disco, el Italo y el house, pasando por estilos como synthpop y el synthwave– el ambiente y la rica oferta coctelera y gastronómica –donde sus famosos vinagrillos conviven con platillos para compartir, sándwiches y encurtidos– disponible en su interior.
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Autor: Garbiñe Continente