
<span class="image__caption">El estudio revela cómo un circuito celular podría frenar la inflamación crónica asociada al envejecimiento. Imagen: iStock / DALL-E / Edgary Rodríguez R. (Composición, ilustración artística).</span>
Publicado por
Christian Pérez
Redactor especializado en divulgación científica e histórica
Creado:
20.03.2025 | 08:51
Actualizado:
20.03.2025 | 08:51
Investigadores del Instituto de Descubrimientos Médicos Sanford Burnham Prebys, en colaboración con otras instituciones científicas, han identificado una vía molecular capaz de reparar el ADN y reducir la inflamación relacionada con el envejecimiento. El estudio, publicado en marzo de 2025 en la revista Nature Communications, explora el papel de la proteína p53 como supresor de la inflamación asociada a la senescencia celular, un proceso biológico vinculado al deterioro progresivo del organismo.
La senescencia celular ocurre cuando una célula deja de dividirse pero no muere, lo que provoca que libere compuestos inflamatorios conocidos como SASP (fenotipo secretor asociado a la senescencia, por sus siglas en inglés). Esta acumulación contribuye a una inflamación crónica de bajo grado que se ha relacionado con múltiples enfermedades asociadas a la edad, como el cáncer, enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas.
Por esta razón, los científicos suelen referirse a estas células como “zombis”: aunque ya no cumplen sus funciones normales ni se reproducen, permanecen activas liberando señales que perjudican a su entorno. En lugar de desaparecer como lo haría una célula dañada mediante procesos como la apoptosis, estas células senescentes persisten en los tejidos, generando un ambiente tóxico que favorece el deterioro progresivo del organismo.
Su presencia silenciosa pero persistente contribuye al desgaste celular acumulativo con el paso del tiempo, convirtiéndolas en un blanco prioritario para nuevas terapias que buscan promover un envejecimiento más saludable y reducir el impacto de enfermedades crónicas.
Estas células, aunque ya no se dividen, permanecen activas secretando moléculas inflamatorias que contribuyen al deterioro progresivo de los tejidos. Ilustración artística: DALL-E / Edgary Rodríguez R.
p53: más que un supresor tumoral
El estudio profundiza en la función del p53, conocido históricamente por su papel en la prevención del cáncer. Ahora, los investigadores demuestran que también actúa como regulador del SASP, reduciendo la producción de moléculas proinflamatorias en células envejecidas. Este efecto se produce mediante la supresión de un fenómeno celular clave: la formación de fragmentos de cromatina citoplasmática (CCF), estructuras de ADN dañadas expulsadas del núcleo que pueden activar respuestas inmunitarias no deseadas.
Para inducir senescencia, los científicos expusieron células humanas a radiación y observaron cómo la activación de p53 redujo la formación de CCF y los niveles de SASP. Estos resultados indican que p53 no solo protege el genoma, sino que también desempeña un rol crucial en limitar la inflamación celular.
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Mecanismos moleculares y el papel de las mitocondrias
El equipo también identificó una conexión entre el daño mitocondrial y la expresión del SASP. En las células senescentes, las mitocondrias muestran un funcionamiento disfuncional que agrava el daño al ADN.
Esta disfunción mitocondrial no solo favorece la generación de CCF, sino que además interfiere con la expresión adecuada del gen que codifica p53, debilitando su acción protectora.
Este hallazgo sugiere un círculo vicioso en el cual las células envejecidas pierden capacidad para regular su propia inflamación, lo que agrava el deterioro general. Romper este ciclo con terapias que restauren el funcionamiento mitocondrial y refuercen la actividad de p53 podría ser clave para ralentizar el envejecimiento celular.
La proteína p53 protege el genoma en células senescentes al reducir alteraciones cromosómicas y daño en el ADN. El estudio mostró menor inestabilidad genética y menos fragmentos de cromatina en células tratadas, confirmando su papel clave contra los efectos del envejecimiento celular. Imagen: Nature Communications (Nat Commun).
Resultados en modelos animales: revertir la firma inflamatoria
Los investigadores trasladaron sus hallazgos a modelos animales para validar los efectos observados. Un fármaco experimental utilizado previamente en oncología fue administrado en ratones envejecidos con el fin de activar p53. Aunque no redujo el número de células senescentes, sí logró revertir las características moleculares que definen el SASP, disminuyendo así la inflamación asociada al envejecimiento.
Este resultado es significativo: no se trata únicamente de eliminar las células senescentes, sino de modificar su comportamiento. Si la inflamación puede ser controlada, incluso las células envejecidas podrían dejar de representar un riesgo para la salud.
Una vía prometedora hacia terapias antienvejecimiento
Este avance posiciona a p53 como un objetivo potencial para el desarrollo de fármacos antienvejecimiento. Los investigadores destacan que este enfoque podría tener aplicaciones tanto en la medicina regenerativa como en la prevención de enfermedades crónicas asociadas a la edad.
El estudio demuestra que manipular circuitos celulares específicos puede preservar la integridad del genoma y modular la respuesta inflamatoria. En consecuencia, los tratamientos basados en esta vía podrían proporcionar una alternativa terapéutica más efectiva que las estrategias actuales centradas en eliminar células senescentes.
Esta nueva vía abre posibilidades para terapias dirigidas a revertir los efectos dañinos de las células envejecidas en el organismo. Ilustración artística: DALL-E / Edgary Rodríguez R.
Un paso más cerca de una longevidad saludable
El envejecimiento es un proceso inevitable, pero los hallazgos recientes abren nuevas posibilidades para vivir más años con mejor salud. La identificación de un circuito celular que regula simultáneamente la reparación del ADN y la inflamación ofrece un enfoque más integral para enfrentar los efectos del paso del tiempo.
Aunque aún es necesario validar estos resultados en ensayos clínicos, el estudio proporciona una base sólida para el desarrollo de nuevas terapias capaces de modular el envejecimiento desde su raíz celular y molecular.
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De la ciencia básica a posibles soluciones clínicas
Este trabajo avanza en el conocimiento científico sobre la senescencia y destaca el potencial terapéutico de regular la actividad de p53 para controlar la inflamación y preservar la salud del ADN en las células envejecidas. La combinación de reparación genómica y supresión de SASP podría convertirse en un eje estratégico de las terapias del futuro.
Más allá del envejecimiento estético, esta línea de investigación apunta a un objetivo más ambicioso: reducir la carga de enfermedades crónicas, mejorar la calidad de vida y ampliar los años saludables de la población.
Referencias
Miller, K.N., Li, B., Pierce-Hoffman, H.R. et al. p53 enhances DNA repair and suppresses cytoplasmic chromatin fragments and inflammation in senescent cells. Nat Commun. (2025). doi: 10.1038/s41467-025-57229-3
Fuente:
Autor: edgary185