
La historia del vestido desnudo es larga y a veces, mucho nos tememos, complicada. Del DKNY de Carrie Bradshaw en Sexo en Nueva York (HBO, 1998) al de Zendaya en el Festival de Venecia 2021, ambos ejemplos de cómo llevarlo, han existido demasiados ejemplos de lo ardua que puede ser la tarea de lucirlo en clave elegante. Su estructura ceñida, su tonalidad nude y su manera de adherirse a la anatomía hacen que se convierta en una auténtica segunda piel. Bajo él no hay nada que ocultar. Sencillamente, no se puede. De ahí que alcanzar el éxito mientras se porta se convierta en una labor titánica. Sin embargo, existen unas pocas privilegiadas que lo consiguen, como nos acaba de recordar Kate Bosworth, enfundada en un diseño de The New Arrivals Ilkyaz Ozel que resulta un auténtico desafío:Kate Bosworth en el evento de Clarins ICONS en Los Ángeles, California.© Amy Sussman/Getty ImagesLa actriz estadounidense acudía al evento de Clarins ICONS en Los Ángeles, California, dejando claro por qué es siempre una de las protagonistas de las listas de las mejor vestidas. Ella, que nos ha dado grandes momentos de estilo en festivales, MET Galas y demás alfombras rojas, sabe bien cuál es el poder de un vestido impactante, pero minimalista.Amante de los diseños en tonos pastel y de los estampados florales, ha rescatado hoy una de esas piezas que arrasaban a principios de los 2000, cuando su popularidad estaba en la cúspide. Con tirantes espagueti, casi invisibles, lentejuelas brillantes pero delicadas y un color maquillaje que casi se confunde con el de su piel, este vestido parece concebido para sentir que no llevamos absolutamente nada. Y ahí reside su magia. Bosworth enfatiza además esa idea al incorporar los accesorios en el mismo tono. No hay ni una sola nota discordante, nada más allá de una oda al nude para multiplicar la apuesta y la dificultad. Incluso el maquillaje la fomenta, así como un peinado que es minimalismo puro. Y esta es, precisamente, la clave de su éxito: si apostamos por el vestido desnudo, lo hacemos con todas las consecuencias, ideando una armonía absoluta.Nos apuntamos la lección: si nada desentona, es muy fácil convertirse en una visión angelical con estos ingredientes.
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Autor: Arancha Gamo