
Anoche quienes observaban el cielo sufrieron una desilusión porque el sistema de estrellas binarias que iba a erupcionar en una explosión nova no lo hizo como se esperaba. Aunque no hay que estar tristes porque la explosión podría darse en cualquier momento. El sistema de estrellas binarias T Coronae Borealis (T CrB), también conocido Estrella de Fuego, erupciona cada 79 años aproximadamente, y compite con las estrellas más brillantes de la noche. Un trabajo publicado el año pasado predecía que la Estrella de Fuego iba a erupcionar el 27 de marzo, y eso avivó las esperanzas de poder ver un espectáculo de luces que iluminaría los cielos. Lamentablemente, el jueves por la noche la estrella no erupcionó, pero sigue abierta la ventana para la explosión, con dos fechas probables. El primer registro de observación de la nova T CrB es de hace más de 800 años, y el ciclo se repite cada 79 años en promedio. Las últimas dos explosiones fueron en 1866 y 1946. La ventana actual para el infrecuente evento astronómico se abrió en febrero de 2024 y sigue abierta, aunque los astrónomos no tienen certezas de cuándo podría explotar el sistema de estrellas.
Los cálculos El año pasado el astrónomo Jean Schneider del observatorio de París publicó un trabajo en Research Notes of the American Astronomical Society, donde combinaba las fechas anteriores de explosión con las dinámicas orbitales del sistema de estrellas para determinar una fecha precisa en que explotaría el sistema. Los cálculos de Schneider dieron como resultado el 27 de marzo, pero además anotó dos fechas más: 10 de noviembre de 2025, y 25 de junio de 2026.
Resulta difícil predecir cuándo explotará el sistema de estrellas porque sus erupciones no se observaron tantas veces. Los astrónomos han estado observando la Estrella de fuego, hallando que en la última década se comportó de manera idéntica a lo que hacía justo antes de su última erupción visible de hace casi 80 años, según la NASA.
En lugar de depender de la conducta de la estrella el estudio reciente calculó que las erupciones nova se dieron a intervalos que representan un múltiplo exacto del período orbital del sistema de estrellas, lo que significa que las explosiones se dieron después de una cantidad específica de órbitas completadas por las estrellas, cada una alrededor de la otra. Schneider concluyó que T CrB explota cada 128 órbitas. Cada período orbital dura unos 227 días. Pero se trata del modo en que un único investigador buscó el patrón que rige los eventos del cosmos. Lo que está claro es que el sistema podría explotar hoy mismo, o la semana próxima, o dentro de un mes, o como predice Schneider el 10 de noviembre. No lo sabemos. Lo único que se sabe es que la explosión es inminente.
T CrB está ubicada en la constelación Corona Borealis y es un sistema binario compuesto por una enana blanca (restos de una estrella muerta con masa comparable a la del sol pero dentro de un cuerpo del tamaño de la Tierra) y una antigua estrella roja gigante. La gigante roja, con 1,12 veces la masa de nuestro sol aproximadamente, completa su órbita alrededor de la enana blanca cada 227 días. Las dos estrellas están separadas por sólo 0,54 unidades astronómicas, distancia similar a la que hay entre el sol y Venus.
Por qué explota La fuerza gravitacional de la enana blanca lentamente va restándole hidrógeno a la gigante roja, ya que ambas están vinculadas en una peligrosa danza orbital. El material de la gigante roja forma un disco de acreción que orbita en torno a la enana blanca. Cuando el hidrógeno de la gigante roja se suma a la superficie de la enana blanca, causa un aumento de presión y calor que eventualmente da lugar a una explosión termonuclear que hace volar todo ese material. A diferencia de las supernovas que destruyen a una estrella que muere, la estrella enana sigue intacta después de la explosión nova. Sí echa material al espacio en un estallido lo suficientemente brillante como para que se lo pueda observar desde la Tierra a ojo desnudo.
El sistema de estrellas hoy no es visible al ojo desnudo, con una magnitud de +10. Pero después de su erupción, la magnitud de T CrB será de +2, casi tan brillante como la estrella polar, y aunque el estallido en sí durará poco, el sistema de estrellas binarias se verá muy brillante y titilante en los cielos durante más o menos una semana, y luego gradualmente perderá brillo hasta alcanzar sus niveles originales. Solo tendremos que esperar un poco más para poder ver cómo sucede.
Este artículo ha sido traducido de Gizmodo US por Lucas Handley. Aquí podrás encontrar la versión original.
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Autor: Lucas Handley