
Ha sido The Last Showgirl de Gia Coppola la encargada de devolver a Pamela Anderson al lugar que merece, pero los estilismos que ha lucido durante estos últimos meses tampoco se han quedado atrás en lo que a acaparar titulares se refiere. A sus 57 años, la actriz ha sabido volver a encontrar su posición tanto en el cine como en la moda, ya que su renovada manera de vestir no ha hecho otra cosa que favorecer su nuevo ascenso al estrellato, y el último look que llevó a los Muse Awards es la viva muestra de ello.Anderson escogió un total look de Tory Burch en color topo, visto por primera vez en la figura de Alex Consani en el desfile otoño-invierno 25/26 y, como una verdadera musa de estilo, supo defenderlo increíblemente bien. Una americana de tela aterciopelada en forma de reloj de arena –ceñida a la cintura y con hombros y bajo ligeramente abullonados– enfundó su parte de arriba, mientras que una falda fruncida con vuelo remató el estilismo por abajo.Junto a estas dos piezas, la intérprete incorporó unas medias tupidas de la misma tonalidad, formando así un look monocromático, pero en el que sí que hubo lugar para el empleo de distintas texturas. Completó todo ello con un par de accesorios más: una bandolera verde pálida con relieve de cocodrilo (que decidió llevar como bolso de mano en la alfombra roja) y unas sandalias abiertas en color marrón con detalle de flor plateada en una de sus tiras.Dia Dipasupil/Getty Images¿El resultado? Un atuendo con el que desafió la sastrería tradicional (teniendo en cuenta la dupla inseparable de blazer y pantalón) y con el que también retó a las tendencias de maquillaje. A cara lavada, Pamela Anderson se atrevió a posar ante los focos con el minimalismo beauty que siempre sabe defender: piel glowy e hidratada y unos suaves toques de color en sus labios y mejillas. El broche perfecto a un look de matrícula con el que manifiesta hasta qué punto ha madurado su estilo.
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Autor: María Munsuri