
Los libros de ciencia están a punto de cambiar. Un descubrimiento en el sudeste de China ha revelado la existencia del ave más antigua que se haya encontrado jamás. Lo que hasta ayer parecía una certeza sobre el origen de las aves ahora se tambalea, con nuevas evidencias que retroceden el reloj evolutivo 20 millones de años más de lo pensado. Un fósil que desafía el calendario evolutivo En la provincia de Fujian, al sureste de China, paleontólogos del Instituto de Paleontología y Paleoantropología de Vertebrados hallaron restos fosilizados de un ave nunca antes vista. La bautizaron Baminornis zhenghensis, y según los análisis, vivió hace 172 millones de años, en pleno período Jurásico. Hasta ahora, el récord lo tenía el Archaeopteryx, una criatura con rasgos tanto de ave como de dinosaurio, que vivió hace aproximadamente 150 millones de años. Pero el nuevo fósil no deja dudas: Baminornis no era un dinosaurio con plumas, sino una verdadera ave, ya adaptada para volar.
Este descubrimiento adelanta la existencia de aves prehistóricas en 20 millones de años, cambiando por completo la narrativa sobre cómo —y cuándo— surgieron estas criaturas.
¿Qué hace a Baminornis tan especial? © YouTube / @新闻来了 News Daily. El esqueleto hallado no está completo —falta el cráneo—, pero los huesos recuperados fueron suficientes para confirmar su clasificación como ave. Su estructura incluye una cola corta con un hueso especializado que permite un control coordinado de las plumas, una adaptación crucial para el vuelo activo.
Este rasgo era desconocido en aves tan antiguas. Hasta ahora se creía que las primeras especies apenas podían planear, con movimientos limitados. Sin embargo, Baminornis ya poseía las herramientas anatómicas necesarias para volar de forma controlada, lo que sugiere un proceso evolutivo más temprano y sofisticado de lo que se pensaba.
Un ecosistema aviario en plena era de los dinosaurios © Nature. El hallazgo de Baminornis no fue un caso aislado. En la misma zona de Fujian, se han encontrado otros fósiles de aves jurásicas, lo que indica que ya existía una diversidad significativa de especies en esa época, distribuidas en distintos hábitats.
Este contexto refuerza la idea de que las aves no solo surgieron antes, sino que se expandieron rápidamente por el continente asiático. La región habría sido un foco evolutivo clave, mucho antes de lo que la ciencia había registrado. Un hallazgo que reescribe el origen del vuelo El fósil de Baminornis no es solo un descubrimiento paleontológico. Es una pieza que obliga a revisar la historia de la evolución animal. Ahora sabemos que el vuelo —una de las capacidades más complejas en el reino animal— ya existía en formas avanzadas mucho antes de lo previsto.
Los investigadores creen que este hallazgo abrirá nuevas líneas de estudio sobre la conexión entre dinosaurios y aves, y cómo algunos linajes desarrollaron estructuras corporales cada vez más eficientes para volar. En definitiva, este fósil no solo extiende la línea del tiempo evolutiva. También cuestiona lo que creíamos conocer sobre la velocidad, diversidad y origen de las primeras aves. Y probablemente, no sea el último que lo haga.
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Autor: Martín Nicolás Parolari