
Las señales ya están sobre la mesa. Fábricas que cierran, decisiones que incomodan a gobiernos y nuevas marcas que irrumpen con fuerza desde oriente. En un contexto de electrificación, costos en alza y consumidores exigentes, algunas automotrices emblemáticas podrían estar viviendo sus últimos años. Pero también hay nuevos nombres listos para ocupar su lugar. ¿Quién se va y quién entra en 2025? Las marcas tradicionales que tambalean en silencio © iStock. No es oficial, pero la preocupación crece. En Alemania, Volkswagen ya admitió públicamente la posibilidad de cerrar algunas de sus plantas debido a la baja rentabilidad tras la pandemia y el frenazo en la demanda. Una declaración que sembró alarma en uno de los pilares históricos del sector.
En Italia, la situación tampoco es alentadora. Stellantis, conglomerado que agrupa marcas como Fiat, Peugeot y Jeep, ha estado reduciendo producción local y trasladando operaciones a países con costos más bajos. El gobierno italiano no lo ve con buenos ojos, y muchos se preguntan si este reordenamiento es el preludio de un abandono más profundo.
Estas decisiones no solo impactan en el empleo local, sino que podrían marcar el principio del fin para modelos y marcas que durante décadas fueron sinónimo de innovación.
Las nuevas jugadoras que vienen desde Asia © iStock. Mientras tanto, en oriente, algunas marcas no solo no frenan: avanzan con paso firme. BYD, Chery, SAIC y Great Wall Motor, entre otras firmas chinas, están expandiéndose rápidamente en mercados como Brasil, Tailandia y varios países europeos. Su combinación de precios accesibles, buena autonomía eléctrica y una agresiva estrategia comercial las posiciona como las principales candidatas a ocupar el espacio que otras están dejando.
En España, un fenómeno distinto pero no menos relevante está ocurriendo con Ebro. La marca nacional, que parecía parte del pasado, está resurgiendo con el respaldo de grupos como Moll Motor. Con planes concretos para 2025, promete convertirse en un actor inesperado del tablero automotriz.
La transformación que reordena el mapa automotor Más allá de los nombres, lo que está en juego es el modelo mismo de la industria. El paso hacia vehículos eléctricos, las exigencias ambientales y la competencia global están obligando a repensar estructuras enteras. Las marcas que no logren adaptarse corren el riesgo de desaparecer. Y en su lugar, otras —más ágiles, tecnológicas o simplemente más audaces— podrían imponerse. El año 2025 se perfila como un punto de quiebre. Y cuando llegue, es probable que el listado de marcas en los concesionarios no se parezca al que conocemos hoy.
Fuente:
Autor: Martín Nicolás Parolari