
Suben las temperaturas, los días se hacen más largos y las calles vuelven a su ritmo habitual. Y, por supuesto, las ganas de orquestar una escapada se multiplican. Pero esta primavera, lejos de apostar por las principales ciudades y capitales europeas que, generalmente, lideran la lista de destinos más aclamados, en Vogue apostamos por un emplazamiento que está por explorar: el Baix Ebre.También conocido como Bajo Ebro, es la comarca situada en la provincia de Terragona donde el paisaje mediterráneo impera en cada rincón. Un destino idóneo para amantes de la naturaleza y el entorno rural que ofrece todo tipo de actividades: desde una excursión al Parque Natural del Delta del Ebro, en el que podrás pedalear por senderos para observar la fauna de la zona, a una visita a la Bodega Modernista de Pinell de Brai, construida por uno de los discípulos de Gaudí y considerada la catedral del vino, o un recorrido por el antiguo pueblo de Miravet, en el que encontrarás el castillo templario más importante de la zona. Sin dudas, un destino para todos los gustos donde, además, existen alojamientos con mucho encanto.Mas d’en Jan, en TortosaEn medio de campos de olivos y algarrobas, encontrarás esta masía con vistas privilegiadas al Parque Natural dels Ports. Esta casa de campo ha sido recientemente reformada para ofrecer un espacio cómodo en el que el descanso y el disfrute sean primordiales. Dentro, encontrarás las antiguas vigas de madera de la antigua masovería, el barro original en las repisas de sus ventanas, un horno de leña perfecto para cocinar esas cenas infinitas de primavera y una chimenea en el comedor por si las temperaturas bajan. El alojamiento cuenta con 5 habitaciones climatizadas y una piscina exterior para disfrutar de los días cada vez más largos.Cortesía de Mas d’en Jan.
Ecofinca, en El PerellóEn una colina rodeada de olivos y almendros está la Ecofinca, un antiguo corral de cabras de principios del siglo XIX que forma parte de la finca El Maset del Me. Con espectaculares vistas al Mediterráneo, el corral ofrece una experiencia rural sostenible ideal para quienes buscan sencillez y confort. El alojamiento, que se encuentra a tan solo 2 km de El Perelló, el pueblo famoso por su miel y aceite, tiene dos plantas: en la planta baja podrás encontrar 3 dormitorios y un baño con ducha, mientras que en la segunda planta está la cocina-comedor y otro baño. Y si tienes suerte, podrás disfrutar de una increíble piscina que pareciera natural.
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Autor: Margarita Padilla