
Glenfiddich Grand Yozakura llega a México. El restaurante Zubieta, dentro del emblemático Palacio de Hierro Coyoacán, en la Ciudad de México, se convirtió en el santuario donde se celebró una cena maridaje para presentar esta edición limitada que llega a México como una joya de lujo, diseñada para los verdaderos amantes del whisky.En una noche repleta de exquisita sofisticación, fuimos testigos de una experiencia única que fusionó el arte ancestral del whisky escocés con la tradición japonesa, en una velada marcada por la exclusividad y la perfección.El ambiente del lugar fue una auténtica inmersión en la cultura japonesa, donde cada detalle evocaba la serenidad y belleza del Hanami, el famoso festival de los cerezos en flor. La decoración del espacio, cuidadosamente pensada, nos transportó al Sakura Nocturno o Yozakura, el mágico momento en que la floración del cerezo se contempla bajo el cielo estrellado. Los tonos suaves de rosa y blanco, junto con elementos de madera y porcelana, crearon una atmósfera que celebraba la armonía de dos culturas milenarias: la escocesa y la japonesa.Maridaje excepcional con Glenfiddich Grand YozakuraSe trata de una fusión de edición limitada que celebra los mejores sabores de Escocia y Japón.Cortesía GlenfiddichLa cata y el maridaje fueron guiadas por Christiano Protti, Brand Ambassador de Glenfiddich para México y Latinoamérica, quien nos condujo a través de los complejos sabores y aromas de este whisky excepcional. Glenfiddich Grand Yozakura, un single malt de 29 años, se destacó no solo por su longevidad, sino también por su innovador proceso de maduración en barricas de Awamori, un licor japonés destilado que ha sido envejecido en barricas de roble, otorgando al whisky un perfil de sabor único. Esta edición limitada celebra la belleza efímera de la naturaleza, un guiño al Sakura y, al mismo tiempo, representa una colaboración trascendental entre dos mundos, Escocia y Japón.Cada uno de los platos que conformaron el menú fue elegido cuidadosamente para resaltar las características de Glenfiddich Grand Yozakura, creando una experiencia sensorial incomparable.Pork Belly Poke Bowl para maridar un Glenfiddich 21.Cortesía GlenfiddichVainilla kumo, esponja de vainilla bañada en crema de yuzu con helado, para maridar Glenfiddich 23.Cortesía GlenfiddichEl inicio perfecto fue con Glenfiddich 15, un whisky vibrante y lleno de matices que preparó el paladar para saborear un Yakitori (Brocheta de pollo asada a la parrilla). Seguimos con Glenfiddich 18, un whisky de 18 años con un perfil más profundo, ideal para acompañar sabores delicados con el Sashimi (finas láminas de carne Wagyu, salmón y atún). Para el tercer tiempo, la intensidad de Glenfiddich 21, un whisky madurado en barricas de ron caribeño, se entrelazó con los sabores robustos del plato principal: Pork Belly Poke Bowl (jugoso pork belly sobre arroz gohan y vegetales asados). Y para cerrar la noche, la suavidad y complejidad de Glenfiddich 23 brindó el cierre perfecto, equilibrando las notas dulces y cítricas del postre, un Vainilla Kumo (esponja de vainilla bañada en crema de yuzu, con helado de vainilla).Glenfiddich Grand Yozakura: una oda a la tradición y el saborGrand Yozakura: lujosamente madurado por 29 años, terminado en barricas selectas de Awamori japonés.Cortesía Glenfiddich
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Autor: CNCC