
Carlota Casiraghi, o por qué un look básico (bien combinado) es la forma más sencilla de acertarCarlota Casiraghi vuelve a recordarnos que menos es más —y que, cuando se trata de ‘effortless’, ella juega en otra liga—. Con su último look, la royal apuesta por un look sartorial azul navy que bien podría estar sacado del moodboard de las colecciones más aclamadas de Saint Laurent, The Row o Bottega Veneta. Porque el conjunto, formado por un blazer de doble botonadura y un pantalón de pinzas de silueta relajada, responde a todas las tendencias actuales: hombros marcados, cortes limpios, y ese aire masculino reinterpretado que tanto nos gusta. No se puede pedir más, o sí: diamantes. Pero eso se merece un párrafo aparte.El toque de luz lo da su camisa blanca, que rompe con la rigidez del traje y encaja a la perfección con la definición de lujo silencioso. Pero sabemos Casiraghi no deja nada al azar, y por eso reserva la apertura justa en el cuello para que apreciemos la única joya del look: su collar ‘floating diamond’. De él hablamos largo y tendido en este artículo, pero la ocasión merece un pequeño resumen. Y es que se trata de una joya a priori sencilla con un súper poder especial: el de conseguir que un diamante parezca estar flotando sobre el cuello, y además aportar iluminación al rostro casi sin esfuerzo gracias a que ese pequeño brillante está sujeto a una finísima —casi imperceptible— cadena de oro.Además de lo especial de su collar, como complementos Casiraghi opta por un bolso de tweed bicolor con cadena de Chanel para añadir textura, y unos botines negros de punta afilada. Todo el estilismo parece responder a esa narrativa que han seguido firmas como Jil Sander o Peter Do esta temporada; el de la ropa que hablando bajito, deja huella. Sin estridencias, sin necesidad de forzar tendencias imposibles, confirmando que el poder de un buen estilismo reside siempre en saber dominar lo esencial. Y que el traje azul, bien llevado, sigue y seguirá siendo un básico incombustible donde los haya.Cordon Press
Fuente:
Autor: Laura Solla