
El tema de los microplásticos es cada vez más escuchado entre la gente, pero ¿de qué estamos hablando cuando mencionamos esto? ¿Y qué efectos tienen en el cuerpo?Lo primero que debes saber es que los microplásticos son pequeñas partículas de plástico, de menos de cinco milímetros de diámetro, que se forman por la descomposición de objetos plásticos más grandes, por ejemplo juguetes, materiales de laboratorio, botellas, etc. que se pierden entre la basura (o, en algunos casos, también son plásticos miniatura que se fabrican ya con ese tamaño para productos como cosméticos o productos de limpieza).Actualmente, los microplásticos se pueden encontrar en diversos espacios del medio ambiente, como océanos, ríos, aire e incluso en los alimentos que consumimos. Después de todo, debido a su tamaño diminuto, pueden pasar desapercibidos. No obstante, su impacto ambiental es considerable, afectando a la fauna marina y contaminando los ecosistemas.Además, la presencia de microplásticos en el cuerpo humano provoca daños en órganos como los pulmones, el hígado o los intestinos, puesto que, aunque aún se investiga el alcance total de sus efectos, se sospecha que pueden provocar inflamaciones, estrés oxidativo e incluso alterar el sistema endocrino, sumando a esto que algunos microplásticos contienen aditivos químicos o absorben contaminantes del entorno, lo que aumenta su toxicidad potencial.Sí, el panorama no suena muy bien… pero por si fuera poco, estudios recientes han detectado microplásticos en el cerebro de las personas. Y esto es todo lo que debes saber al respecto.Microplásticos en el cerebroLas tablas de cortar, las botellas de agua y los alimentos pueden ser fuente de microplásticos
Getty ImagesUna investigación reciente, titulada “Bioaccumulation of microplastics in decedent human brains” y publicada en Nature Medicine identificó que muestras de cerebro humano de 2024 tenían casi un 50 por ciento más de microplásticos que las muestras de cerebro de 2016, lo cual activó las señales de alarma de la comunidad científica y de los medios de comunicación. De acuerdo con Matthew Campen, toxicólogo líder de la investigación, “Este material está aumentando exponencialmente en nuestro mundo”, lo cual provoca, naturalmente, que mediante más microplásticos se integren al medio ambiente, más se encontrarán en el cuerpo humano.
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Autor: María González