
Desde que la mismísima reina Letizia apostara por las zapatillas barefoot tras sufrir neuroma de Morton y metatarsalgia en los pies, la fama de este calzado se ha disparado. En una era en que la comodidad prima y los tacones han pasado a segundo plano, era un paso natural. Aunque el primer gesto, todo sea dicho, lo hicieron las millennials hace ya unos diez años; ellas fueron las principales defensoras de cambiar los zapatos por las deportivas y mezclarlos con vestidos de noche o trajes de chaqueta. Y las centennials han recogido el guante. Sin embargo lo que se persigue ahora es que esas sneakers que tantos estilismos novedosos han protagonizado, se vuelvan todavía más confortables e impulsen una manera de pisar más saludable.© Edward Berthelot/Getty ImagesAhí entran en juego las zapatillas barefoot, cuyo concepto defiende, como su propio nombre indica, emular la libertad de movimientos de un pie descalzo. Un desafío que cada día aceptan más marcas, como explican desde Gioseppo, que en su colección P/V ha lanzado una cápsula de deportivas que “respeta la anatomía de los pies para adaptarse al movimiento natural”, según ellos mismos explican. Desde la firma nos cuentan que han ideado “nuevas construcciones que reúnen todos los elementos que un calzado barefoot demanda”. Y bien, ¿cuáles son estos requisitos? Apunta, porque nos lo han dejado bien claro:Así deben ser las zapatillas barefoot:“Han de tener puntera amplia, flexibilidad, torsionabilidad, suela fina y sin desnivel, plantilla extraíble y ausencia de refuerzos que ferulicen”. ¿Y qué significa todo esto?Para empezar, que el calzado barefoot consigue que nuestros dedos tengan sitio dentro de la zapatilla y no queden excesivamente pegados. Así emulamos su estado natural cuando vamos descalzos.Las suelas denominadas como “cero drop” prescinden de desnivel entre el talón y la parte delantera. De este modo, no cargamos más peso en una zona que en otra y, nuevamente, replicamos la manera normal de pisar del pie al desnudo. Además, como no se añade amortiguación extra, podemos sentir el suelo de manera normal.La especial flexibilidad y torsión que permiten sus materiales se adaptan todavía mejor a los movimientos, impidiendo que el pie quede constreñido.Por último, al prescindir de refuerzos, no inmovilizan las articulaciones y nuestros tobillos se mueven mejor.¿Qué nos falta? Encontrar modelos que, además de tener estas características, resulten bonitos y tengan un diseño atractivo. Pero no te preocupes, tus deseos son órdenes:
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Autor: Arancha Gamo