
En los últimos años, las billeteras digitales han dejado de ser una novedad para convertirse en protagonistas del sistema de pagos global. En América Latina, el fenómeno avanza con fuerza y está redefiniendo la manera en que millones de personas compran y pagan. Argentina destaca como líder regional, seguida de cerca por Brasil y otros países que están acelerando su transformación digital. Argentina toma la delantera en el auge de las billeteras digitales © iStock. La región latinoamericana vive una revolución en materia de pagos. Las billeteras digitales, impulsadas por la comodidad, la seguridad y la inclusión financiera, han tomado un rol protagónico. Según el informe The Global Payments Report 2024 de WorldPay, este método de pago ya representa el 70% de todas las transacciones digitales a nivel mundial y se prevé un crecimiento anual del 21% hasta 2027. En este contexto, Argentina encabeza el ranking regional. En el comercio electrónico, el uso de billeteras digitales alcanza un 31%, mientras que en los puntos de venta físicos llega al 18%. El liderazgo se debe en gran parte a la fuerte presencia de Mercado Pago, con un 63% de preferencia entre los usuarios.
Brasil, por su parte, ha experimentado un cambio radical con la implementación de Pix, un sistema de pagos cuenta a cuenta que ahora representa el 30% de todas las transacciones digitales en el país. México sigue la tendencia con un 24% de adopción en comercio electrónico, gracias al auge de las fintech. Colombia y Chile, aunque con cifras más modestas, muestran un crecimiento sostenido.
Por qué las billeteras digitales están ganando terreno en la región. © iStock. Diversos factores explican este crecimiento exponencial. La digitalización financiera, la adopción del trabajo remoto y el auge de las aplicaciones móviles han acelerado el uso de billeteras digitales. También ha influido la necesidad de inclusión financiera, permitiendo que millones de personas no bancarizadas accedan a sistemas de pago seguros y eficientes.
Además, la volatilidad económica y la inflación en algunos países han empujado a los consumidores a buscar alternativas más estables que el efectivo. La pandemia también fue clave: impulsó la digitalización del comercio y consolidó nuevos hábitos de consumo.
El informe de Vibrant estima que para 2030, el uso del efectivo caerá por debajo del 10% en las principales economías, mientras que las billeteras digitales superarán el 40% del total de pagos electrónicos a nivel global. En América Latina, se proyecta que en 2027 representarán más del 30% de todas las transacciones digitales.
Perspectivas futuras y desafíos del ecosistema de pagos © iStock. Los próximos años prometen consolidar aún más este cambio. La integración de inteligencia artificial y blockchain potenciará la seguridad y la eficiencia de las plataformas de pago. Al mismo tiempo, las monedas digitales emitidas por bancos centrales (CBDCs) jugarán un papel importante, especialmente en mercados emergentes. De acuerdo con Bain & Company, la industria de pagos para consumo alcanzará ingresos globales de 480.000 millones de dólares en 2026, con América Latina creciendo a un ritmo superior al promedio mundial (9% anual). Aunque las tarjetas seguirán siendo relevantes, su crecimiento se desacelerará frente a los pagos cuenta a cuenta y las billeteras digitales, que tomarán la delantera. Para las empresas del sector financiero, el reto será adaptarse a este nuevo entorno, diversificando servicios y operando de forma integrada con todos los medios de pago posibles.
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Autor: Martín Nicolás Parolari