
El presidente de CEOE pide "dejar los intereses personales a un lado", y el de Cepyme afirma que no adoptará una posición "tibia" frente al Gobierno aunque "hay quien piensa que viviría mejor".Aunque las discrepancias venían de tiempo atrás, fue a finales de enero cuando trascendió que el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, buscaba impulsar un cambio en la presidencia de Cepyme, la patronal de la pequeña y mediana empresa, dejando fuera de la ecuación a su actual dirigente, el empresario granadino Gerardo Cuerva, quien ya entonces mostró su intención de optar a la reelección. Ayer, tras un periodo en el que la tensión entre Garamendi y Cuerva había ido in crescendo, ambos exhibieron sus diferencias en público, ante un nutrido auditorio formado por empresarios y en presencia tanto del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Y es que el choque se produjo en plena ceremonia de los XI Premios Cepyme, un acto destinado a reconocer y dar visibilidad a las pequeñas y medianas empresas y que acabó derivando en un cruce de mensajes y dardos, más o menos velados, entre Garamendi y Cuerva, mostrando la tensión que está generando el proceso electoral que está a punto de abrirse en la patronal de las pymes."Las organizaciones somos el portavoz del tejido empresarial, defendiendo los intereses de las empresas y los empresarios en todos los ámbitos ante los distintos gobiernos, ante todos los partidos y ante los sindicatos", afirmó el presidente de CEOE, quien añadió que "para ello, es fundamental hacerlo desde la unidad", porque "todos estamos en el mismo barco y, en este caso, toca tener generosidad y altura de miras y dejar los intereses personales a un lado".Un mensaje con un obvio destinatario, Gerardo Cuerva, que, a su vez, se reivindicó al frente de Cepyme trasladando a Pedro Sánchez en persona el "clamor" que, a su juicio, existe en las empresas contra las políticas económicas del Gobierno y asegurando que "mientras pueda, voy a seguir defendiendo a las pymes españolas y voy a darle voz a ese clamor, porque creo que es lo que necesita la empresa, pero también porque creo que es lo que necesita España". Lo institucional y lo responsableCuerva fue aún más allá y, ante Sánchez, aseguró que "para mí sería más fácil adoptar hoy, por tu presencia aquí, la cual agradezco profundamente, una posición pretendidamente institucional, tibia, condescendiente… Hay quien piensa que me iría mejor, pero, querido presidente, creo sinceramente que lo institucional no puede estar reñido con lo responsable".Frases lapidarias por parte de ambos que ayer dejaron meridianamente clara la intensidad de la batalla interna que se libra en el seno de CEOE-Cepyme. Un enfrentamiento con luces y taquígrafos delante del mismísimo presidente del Gobierno y en presencia de buena parte de la directiva de Cepyme y otras patronales, que se produjo pocas horas después de que trascendiera el nombre de quien disputará a Cuerva la presidencia de Cepyme:Ángela de Miguel, presidenta de la Confederación Vallisoletana de Empresarios CEOE-Cepyme, a quien Garamendi habría mostrado su apoyo y su "total confianza". Durante su intervención, Gerardo Cuerva dejó clara su intención de presentarse a la reelección, porque "solo estoy aquí para defender y dar voz a aquellos que me eligieron y a quienes representan esta organización", anticipando a Sánchez cuál seguirá siendo su línea de actuación si es reelegido: continuar dando "voz al clamor" de las muchas pymes que se ven afectadas por las continuas subidas del SMI y a aquellas otras que "no pueden dormir" por la preocupación de cómo les afectará la reducción de jornada que el Gobierno aspira a sacar adelante en el Congreso. Cuerva admitió que existe una "fantástica sintonía" con el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, porque siempre escucha sus peticiones, y dijo estar convencido de que Sánchez es "consciente del determinante valor de la empresa como motor económico y social de España", pero añadió que no está "tan seguro de que todos en el Gobierno piensen igual", en alusión a Yolanda Díaz, acusando a esa parte del Ejecutivo de haber "orillado el diálogo social".La tensión entre CEOE y Cepyme se disparó el pasado 18 de febrero después de que Cuerva impulsara una modificación del reglamento interno de la organización para limitar la delegación de voto, propuesta que rechazó la mayoría de su Comité Ejecutivo, pero que fue posteriormente trasladada a la Junta Directiva, donde sí salió adelante. Ambas partes se enzarzaron sobre la legalidad de la medida, dando lugar a un cruce de informes jurídicos sobre su validez. Los encargados por los críticos a Cuerva sostienen que esa decisión no es válida tras el voto en contra del Comité Ejecutivo, mientras que un informe realizado por la expresidenta del Tribunal Constitucional y catedrática de Derecho del Trabajo y Seguridad Social, María Emilia Casas, da la razón al actual presidente de Cepyme, al señalar que "no hay el menor asomo de ilegalidad estatutaria en el acuerdo de la Junta Directiva de Cepyme", ya que "la facultad de propuesta del Comité Ejecutivo" en los procesos de modificación del Reglamento de Régimen Interior de Cepyme "ni tiene naturaleza decisional, ni menos aún carácter vinculante".
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Autor: J. Díaz