
Un equipo de científicos acaba de descubrir las moléculas orgánicas más largas vistas hasta ahora en Marte, el cuarto planeta desde el Sol y un lugar fascinante para la búsqueda de vida más allá de la Tierra. Marte hoy es un planeta inhóspito, con fluctuaciones significativas de temperatura, una atmósfera delgada y una aparente escasez de agua líquida en su superficie. Pero según una nueva investigación publicada hoy en Proceedings of the National Academy of Sciences, las grandes moléculas encontradas en Marte tienen aparentemente la misma antigüedad que la vida en la Tierra, lo que plantea interrogantes sobre una posible actividad biológica en el Marte antiguo. Las moléculas son largas cadenas de carbono, con hasta 12 átomos de carbono consecutivos. Estas moléculas permanecieron preservadas en Marte durante unos 3.700 millones de años, sin alteraciones por actividad geológica, humedad o calor. Su antigüedad coincide con los primeros indicios conocidos de vida en nuestro planeta.
Las cadenas de carbono y su vínculo con la vida Curiosity ha recorrido Marte durante años, revelando nuevos detalles sobre el antiguo entorno del planeta. Un elemento clave de ese entorno es el carbono, vital para la vida y útil para enlazar moléculas, incluyendo el ADN y el ARN. Según un comunicado del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS), las cadenas de carbono “podrían presentar características similares a los ácidos grasos producidos en la Tierra por actividad biológica”.
El descubrimiento de estas moléculas orgánicas ofrece información crucial sobre posibles procesos biológicos en el Marte primitivo. Pero para ser claros, no se trata de evidencia de vida pasada o presente. Lo que sí revela es que los componentes básicos necesarios para la vida tal como la conocemos estaban presentes, y que Marte pudo haber tenido las condiciones adecuadas para albergarla.
“Aunque en este estudio no se pudo establecer el origen de estas moléculas orgánicas en Marte, podrían haberse formado por procesos geológicos en Marte (reacciones químicas no biológicas como la actividad hidrotermal), haber sido traídas por meteoritos o ser restos orgánicos de una biología marciana antigua”, explicó Daniel Glavin, científico sénior en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA y coautor del estudio, en un correo electrónico a Gizmodo.
El equipo, que incluyó científicos del CNRS y de otras instituciones, hizo los descubrimientos utilizando el laboratorio de Análisis de Muestras de Marte (SAM) a bordo del rover Curiosity. SAM contiene un cromatógrafo de gases y un espectrómetro de masas, que permiten identificar moléculas aisladas en las muestras recolectadas por el rover. Curiosity ya había detectado materia orgánica en lutitas marcianas anteriormente, pero la nueva investigación describe las cadenas más largas identificadas hasta ahora. Hallar largas cadenas de carbono en Marte es importante porque muestra que los científicos de la NASA están en el camino correcto en su búsqueda de signos de vida, o al menos de los elementos que sustentan la vida en la Tierra.
Curiosity sigue funcionando bien, pero ya hay misiones sucesoras en camino que buscarán entender mejor el pasado antiguo de Marte. La misión ExoMars de la ESA, con lanzamiento previsto para 2028, y la misión conjunta de Retorno de Muestras de Marte de la NASA-ESA ayudarán a los científicos a evaluar mejor la composición antigua del planeta, y por extensión, el potencial de vida antigua en su superficie. “El descubrimiento de hidrocarburos de cadena larga que se preservaron (y no fueron destruidos completamente por la radiación ionizante) en rocas sedimentarias antiguas en Marte respalda la estrategia actual de búsqueda de señales antiguas de vida en la subsuperficie marciana que puedan compartir características con la vida terrestre”, añadió Glavin. “A partir del análisis de meteoritos y muestras traídas de los asteroides Bennu y Ryugu por las misiones OSIRIS-REx y Hayabusa2, sabemos que los bloques químicos fundamentales para la vida—como aminoácidos (para formar proteínas), ácidos carboxílicos (para membranas celulares) y nucleobases (componentes del ADN y ARN)—estaban ampliamente distribuidos en el sistema solar y habrían sido entregados a Marte”.
“Pero la gran pregunta es: ¿Ocurrió en Marte la química orgánica formadora de vida que se requiere para pasar de estos bloques químicos básicos a estructuras más complejas como proteínas y ácidos nucleicos presentes en las células?”, agregó Glavin. El futuro de la exploración marciana y más allá En el pasado, Marte albergó grandes depósitos de agua líquida y lagos. Ahora completamente secos, los rovers están encargados de explorar esos antiguos entornos húmedos en busca de señales de vida primitiva similares a las que existen en climas húmedos de la Tierra. Los científicos han detectado posibles indicios de agua líquida bajo la superficie marciana, aunque estos hallazgos especulativos aún necesitan más validación.
© Una réplica de SAM en el centro Goddard de la NASA. Foto: Caroline Freissinet. En 2023, el rover Perseverance encontró moléculas orgánicas preservadas en Marte—lo cual no confirma que haya existido vida, pero sí es un indicio alentador de que las condiciones necesarias para la vida alguna vez estuvieron allí. Nuevos métodos podrían facilitar la detección de señales de vida en Marte, y quizá explicar cómo la vida que pudo haber existido allí desapareció a medida que el planeta se volvió árido e inhóspito.
Más allá de Marte, el comunicado del CNRS indicó que los mismos equipos internacionales construirán un instrumento similar a SAM para Dragonfly, un cuadricóptero que explorará la luna Titán de Saturno a partir de mediados de la década de 2030.
Este artículo ha sido traducido de Gizmodo US por Lucas Handley. Aquí podrás encontrar la versión original.
Fuente:
Autor: Lucas Handley