
<p class="caption-title ">Juan Ayuso debía defender este sábado el segundo que tiene de ventaja sobre Roglic en la general </p> <span class="caption-author ">JOSEP LAGO / AFP</span>
La etapa reina de la Volta a Catalunya ha quedado descabezada. El viento ha hecho estragos y a la organización no le ha quedado más remedio que prescindir también de la subida final al santuario de Queralt, donde el año pasado ganó Tadej Pogacar firmando una victoria de postal.
Todo lo que en el 2024 salió perfecto en el Berguedà, con una jornada festiva y espectacular, en el 2025 la etapa no ha tenido nada de suerte. El viernes la Generalitat activaba el Ventcat por alerta de viento y ya cayó del recorrido la subida al Coll de Pradell y se recortaba el kilometraje, que pasaba de más de 150 a apenas 118 km.
Este sábado por la mañana, la organización ha visto que era imposible también el ascenso a Queralt, donde se tenía que instalar la meta y el podio. Por lo que se recortaba por segunda vez la etapa y se empezaba a buscar un nuevo punto para situar la meta en la misma localidad de Berga, de donde saldrá la carrera.
Protección Civil desaconsejaba la práctica de deportes al aire libre a causa de las fuertes rachas de viento. Y finalmente la decisión ha sido eliminar todos los puertos de la jornada, también la Collada de Sant Isidre y el primero de la etapa, el Coll de la Batallola.
La alternativa tiene que ser aprobada por los árbitros de carrera y también por los equipos participantes. Sin el puerto estrella, con sus grandes porcentajes, y sin el final en alto en Queralt, la etapa queda totalmente descafeinada. De poder ser el día decisivo en la lucha entre Ayuso, nuevo líder por un solo segundo, y Roglic, la etapa no tendrá ninguna dificultad montañosa.
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Autor: Carles Ruiperez Tirado