
<div class="ue-c-article__media-caption-inner"><span class="ue-c-article__media-description">Carlos Alocén, en un partido del Dreamland Gran Canaria.</span><span class="ue-c-article__media-source"><span class="ue-c-article__media-author">ACB PHOTO</span></span></div>
Ahora que Carlos Alocén había recuperado la sonrisa, vuelve a recibir un nuevo golpe. Más duro si cabe que el primero, el que le tuvo casi dos años de baja. El base del Dreamland Gran Canaria sufre una rotura del ligamento cruzado de la rodilla derecha. Se lo produjo tras un desafortunado gesto producido en los compases iniciales del segundo cuarto del partido de Eurocup ante el Wolves Twinsbet Vilnius.Alocén cayó al suelo con gestos de dolor y fue llevado en volandas para salir de la pista. Al salir del vestuario y llegar al banquillo, ya en chándal, se apoyaba en una muletas. Jaka Lakovic, su entrenador, no era optimista tras el partido: "Estoy muy asustado por él". Las pruebas a las que ha sido sometido el base han confirmado los malos presagios.El regreso del jugador maño a su mejor nivel era una de las grandes noticias de la temporada para el Granca, para la Liga Endesa y también para la selección española, necesitada de un talento como el suyo. Sin embargo, ahora vuelven a reproducirse los fantasmas en forma de lesión.Alocén ya estuvo casi dos años de baja por una rotura en el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda sufrida el 13 de febrero de 2022. Militaba en el Real Madrid, que le fichó como lo que era, uno de los mayores proyectos del baloncesto español.Sin embargo, en aquel partido ante el Unicaja todo cambió. Su etapa madridista estuvo marcada por aquello. Él siempre ha tenido palabras de agradecimiento para el club blanco por las atenciones y el apoyo recibido y también por una renovación que llegó sin haber podido mostrar lo mejor de sí mismo.Fueron concretamente 651 días sin jugar, llenos de pasos atrás y complicaciones en la recuperación, de interrogantes sobre su futuro… Regresó a las pistas y dejó píldoras de su juego. Conservaba el talento, pero le faltaba algo de físico. Decidió salir del Madrid, que le falicitó irse pese a que tenía contrato, y poner rumbo a Las Palmas. Allí debía verse de nuevo su mejor versión. Se estaba acercando a ella cuando la otra rodilla se le retorció en Vilnius.
Fuente:
Autor: NACHO DUQUE