
<div class="ue-c-article__media-caption-inner"><span class="ue-c-article__media-description">Pablo Urdangarín, a la derecha, celebra el triunfo del Granollers ante el Barça.</span><span class="ue-c-article__media-source"><span class="ue-c-article__media-author">BM Granollers</span></span></div>
Pablo Urdangarín, a sus 24 años, ya se ha ganado un nombre propio en el balonmano, como también lo hizo su padre, Iñaki. Hijo de una leyenda como exjugador del F.C. Barcelona y de la selección española, desde su fichaje por el Fraikin Granollers en el verano de 2023 ha dado pasos agigantados en su prometedora carrera deportiva en las filas del club vallesano, un lugar perfecto para crecer.Desde sus últimos ciclos formativos en el Hannover alemán y en el filial del Barça, donde tuvo la oportunidad de debutar con el primer equipo, su progresión ha sido una constante, eclosionando en el Granollers con dos temporadas a un gran nivel. La pasada actuando, generalmente, como extremo zurdo y la actual, en su mayoría, como lateral derecho gracias a su estatura con sus 195 centímetros. Lesiones como las del argentino Andrés Moyano han propiciado que el técnico Antonio Rama le dé muchos minutos en este puesto, donde también destacó su progenitor.Una posición en la que se está revelando como un jugador determinante en la faceta ofensiva, a pesar de tener un físico aún algo endeble para poder superar a rivales con más cuerpo o defender como penúltimo con mayor solidez. Un hándicap que suple con su valentía y determinación a la hora de penetrar en las defensas y un extraordinario lanzamiento exterior en suspensión. Además, destaca por su notable capacidad goleadora y su visión de juego, algo que le ha aupado como el cuarto mejor realizador del Granollers con 83 tantos en 23 partidos ligueros.Cualidades demostradas en la épica victoria por la mínima del conjunto vallesano en el Palau Blaugrana, aguando la fiesta preparada por el Barça en caso de empatar o ganar, ya que se hubiese proclamado campeón de la Liga Asobal por decimoquinta vez consecutiva desde la campaña 2010/11. Entonces, una soberbia actuación coral en defensa, en portería con Roberto Rodríguez y en ataque con Pablo Urdangarían, Víctor Romero y Antonio García como protagonistas, propició la gran sorpresa de la temporada tras 22 victorias seguidas del equipo culé.Ante el cuadro culé le podría haber pesado su pasado azulgrana o aún su corta edad. Nada más lejos de la realidad. El jugador catalán se echó al Granollers a sus espaldas de principio a fin, casi sin descanso en ataque. Tomó con gusto el peso ofensivo, con certeros lanzamientos, la mayoría de larga distancia, y suministró a sus compañeros de balones para anotar desde los seis metros. Un protagonismo que se vio solapado por la excelente actuación del francés Dika Mem para liderar al Barça en su remontada en el tramo final de la primera mitad.Ni siquiera el paso de los minutos y el poco descanso mermaron su acertado papel para mantener al Granollers en el partido, junto a los mencionados Víctor Romero y el capitán Antonio García, que disputaba su último derbi y clásico liguero antes de su retirada el próximo verano. Un triunfo que siempre recordará al ser el primero de su prolífica carrera deportiva ante el Barça en el Palau, como reconocía pocas horas después el veterano jugador en Radio MARCA. Seis goles y cinco asistencias fueron sus registros al término del encuentro, algo que le podría haber valido para recibir un 'MVP' honorífico, compartido con su compañero Roberto Rodríguez.Casi 8 años de la última derrota del Barça en la pistaEl pitido final supuso el jolgorío de toda la plantilla del Granollers, incluido un Pablo Urdangarín eufórico ante la atenta mirada de su madre, la infanta Cristina, en las gradas. En esta ocasión no fue el artífice del gol de la victoria, como sucedió frente al Logroño La Rioja, donde un golazo suyo dio el triunfo in extremis al cuadro vallesano. Pero ganar a un inmaculado Barça hasta este viernes, en su casa, algo que no pasaba en la pista desde el 13 de abril de 2018, curiosamente también ante el equipo granollerí y por la mínima (28-29), bien valía esa exaltación. Casi ocho años después de la última derrota azulgrana en liga, dejando de lado la cosechada en los despachos por alineación indebida frente al Torrelavega en la 2021/22, ocurrió la gesta deportiva de un conjunto que lucha por mantener la segunda plaza de la tabla.
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Autor: JORGE DARGEL