
<p class="caption-title ">John Howe, uno de los ilustradores del universo Tolkien, ayer en el salón Comic Barcelona </p> <span class="caption-author ">Llibert Teixidó</span>
No siempre es fácil poner cara a un ilustrador. Se conoce la obra, pero el rostro y las manos que hay detrás no suelen estar presentes. Es algo que la mayoría prefiere, incluido John Howe, aunque, en su caso, es complicado cumplir con su deseo. Estos días, paseando por el salón Comic Barcelona, que cierra este domingo sus puertas, lo ha podido comprobar, pues todo el mundo lo frena. Algunos dudan un instante. ¿Es él? Y, entonces, miran su chaqueta, en la que se puede leer “The rings of power. Art department”, la serie de televisión inspirada en el universo Tolkien, antes de los acontecimientos de la novela y las películas de la trilogía de El señor de los anillos, y comprenden que sí, efectivamente, “tiene que ser él”, uno de los ilustradores oficiales de la obra de Tolkien, junto a Alan Lee y Ted Nasmith.
Howe es una de las estrellas invitadas del anual encuentro de las viñetas de la capital catalana. Además de la serie, muchos le preguntan por uno de los últimos trabajos que ha llegado a España, el Cuaderno de viaje de la Tierra Media (Minotauro), un libro en el que invita a los fans a dar un paseo por la Tierra Media de Tolkien, visitando los lugares fundamentales en sus historias, además de otros situados al otro lado de la colina o más allá del horizonte. “Cuenta con cuarenta imágenes inéditas”.
En Barcelona, me basaría para dibujar en las formas de los edificios de Gaudí: son hipnóticas
John Howe
Pese a que Howe nunca conoció a Tolkien, pues el escritor británico murió en 1973, está convencido de que hubieran sido amigos. “Nos entenderíamos bien, estoy seguro, pero no es algo que piense a menudo. Me da escalofríos de imaginarnos a los dos, uno junto al otro. Hubiera sido increíble, aunque me asusta imaginar qué opinaría de mi trabajo si lo hubiera visto ”. Lo más cerca que han estado fue en Suiza, donde reside el ilustrador. “Hay una cabaña en los Alpes, propiedad del ayuntamiento, en la que hay un libro de firmas de los huéspedes que data de 1911. Lo estuve mirando y me encontré con la firma de un Tolkien muy jovencito. Me parece fascinante pensar que las montañas que puedo ver desde mi propia casa son las mismas que le inspiraron para algunas obras”.
A Howe no le importa que todo el mundo le pregunte por el escritor británico. “Parece que lleve su nombre tatuado en la frente, pero no pasa nada. Veo la ilusión con la que todo el mundo se me acerca y soy el primero que me pongo a hablar. Además, su obra también me brindó a mí una gran oportunidad, no solo en el mundo del cómic, también en el cine”. Trabajó mano a mano con el director Peter Jackson, que se basó en él para las adaptaciones cinematográficas de El señor de los anillos y El Hobbit . Para esta última, se instaló seis años en Wellington, Nueva Zelanda, para trabajar en diseños más realistas.
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“El trabajo muchas veces significa sacrificio, pero esta experiencia la acepté encantado. De toda ciudad extraigo algo. En Barcelona, por ejemplo, me fijaría para dibujar en las formas de los edificios de Gaudí: son hipnóticas”.
Eso sí, remarca: “He hecho más cosas y no está de mal recordarlo”. Colaboró con George R.R. Martin, del que guarda “un magnífico recuerdo” y del que aprendió que la fantasía es mucho más que evasión. “Es un género que viene envuelto en un disfraz. Parece simple entretenimiento, pero esconde temas mucho más profundos y serios. Permite plantear preguntas que, de otro modo, no se podría. Invita a decir: ‘Qué pasaría sí…’. Igual que la ciencia ficción, es la respuesta a todo”.
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Autor: Lara Gómez Ruiz