
Desde Asia hasta Europa, pasando por África y Oceanía, existen monumentos que no solo son obras maestras arquitectónicas, sino también símbolos culturales que han sobrevivido al paso del tiempo. Cada uno guarda relatos sorprendentes, decisiones políticas, hazañas humanas y misterios que los convierten en mucho más que una simple postal. Aquí te llevamos a conocer los más visitados del mundo y lo que los hace tan magnéticos. Ciudad Prohibida: un universo oculto en el corazón de Beijing Durante casi cinco siglos, la Ciudad Prohibida fue el núcleo del poder imperial en China. Este vasto complejo palaciego albergó a emperadores de las dinastías Ming y Qing y fue el escenario de incontables decisiones que moldearon la historia del país. © terimma A pesar de su nombre, hoy está lejos de ser prohibida: recibe entre 16 y 17 millones de visitantes cada año. Rodeada de una muralla de 8 metros y un foso de 6, el conjunto de más de 980 edificios es el mayor testimonio de la arquitectura palaciega tradicional china y una joya de la construcción en madera.
El recorrido se inicia a solo dos kilómetros de la Plaza Tiananmen y permite descubrir patios, templos, salones y galerías. El ingreso cuesta entre 40 y 60 yuanes, dependiendo de la temporada, y se puede complementar con visitas especiales al Salón de Relojes y la Galería del Tesoro.
Pirámides de Guiza: enigmas milenarios en el desierto egipcio El complejo de Guiza, a las afueras de El Cairo, no necesita presentación. Las pirámides de Keops, Kefrén y Micerinos han fascinado a generaciones por su imponente escala y su misterioso origen. Se estima que alrededor de 15 millones de personas pasan por allí cada año.
© Pexels – Diego F. Parra. Además de las pirámides, el lugar ofrece otras sorpresas: la mítica Esfinge, el Museo de la Barca Solar y un espectáculo nocturno de luces y sonido que revive la historia de esta maravilla ancestral.
Los precios varían según los monumentos que se quieran visitar, con tarifas desde los 2 hasta los 17,8 dólares. Hay tickets especiales para evitar las esperas, y a unos 20 kilómetros se puede extender la experiencia visitando la Necrópolis de Saqqara.
Ópera de Sídney: arte y arquitectura frente al mar En la bahía de Sídney, un edificio de formas ondulantes y techos de concha marina se ha convertido en el emblema de toda Australia. La Ópera de Sídney, declarada Patrimonio de la Humanidad en 2007, no solo deslumbra por fuera: también es un importante centro cultural que atrae a unos 10 millones de personas al año. © Nate Hovee Diseñada por el arquitecto danés Jørn Utzon, cuenta con siete espacios de presentación donde se ofrecen desde ópera y teatro hasta conciertos y danza. Se puede recorrer con visitas guiadas, que cuestan alrededor de 29 dólares, o bien asistir a espectáculos cuyos precios rondan los 50 dólares. Y si la visitas de noche, la experiencia se multiplica con la iluminación del puerto como telón de fondo.
Gran Muralla China: una serpiente de piedra entre montañas Más de 21.000 kilómetros de fortificación cruzan el norte de China como un testigo silencioso de siglos de conflictos y gloria. La Gran Muralla, construida entre el siglo V a.C. y el XVII, sigue asombrando a quienes la caminan. © iStock. Las secciones más visitadas son Badaling y Mutianyu, ambas cercanas a Beijing. Mutianyu destaca por su belleza paisajística y sus comodidades: teleférico para subir, tobogán para bajar y vistas panorámicas que quitan el aliento.
Las entradas oscilan entre 35 y 45 yuanes, pero se paga aparte por el uso del teleférico. A pesar de que solo se conserva en buen estado un 10% de su longitud total, sigue siendo una de las hazañas arquitectónicas más impresionantes de la humanidad. Torre Eiffel: la dama de hierro que conquistó París Nacida para durar apenas 20 años, la Torre Eiffel celebra ya 136 años siendo el ícono por excelencia de la capital francesa. Cerca de 8 millones de personas la visitan cada año, desafiando las críticas iniciales que la tachaban de monstruosidad de hierro.
© Catarina Belova Desde su atrio gratuito hasta la cima a 276 metros de altura, cada nivel ofrece una experiencia diferente: restaurantes, pisos vidriados, vistas 360°, realidad aumentada y hasta experiencias inmersivas. Los precios varían según la planta y si se sube por escalera o ascensor, pero oscilan entre 14,50 y 36 euros para adultos. Coliseo Romano: sangre, arena y gloria eterna El Coliseo de Roma, que una vez albergó a 65.000 espectadores hambrientos de entretenimiento, aún hoy atrae a más de 7 millones de personas al año. Fue inaugurado en el año 80 d.C. por el emperador Tito y fue testigo de combates de gladiadores, obras mitológicas y batallas simuladas. © Viacheslav Lopatin Durante siglos fue adaptado para usos muy distintos: fortaleza, cantera e incluso monasterio. Hoy es un emblema de la Roma imperial y una parada obligada para cualquier viajero. La entrada básica cuesta 18 euros, y las visitas guiadas por arqueólogos pueden llegar a 42. El primer domingo del mes, la entrada es gratuita.
Taj Mahal: una historia de amor tallada en mármol A orillas del río Yamuna, en la ciudad india de Agra, se alza un mausoleo que parece flotar: el Taj Mahal. Construido por el emperador Shah Jahan en memoria de su esposa Mumtaz Mahal, es visitado por cerca de 8 millones de personas cada año. © twabian Tardó 17 años en construirse, requirió 22.000 obreros y unos 1.000 elefantes para transportar los materiales. Su mármol cambia de color según la luz del día y está decorado con miles de piedras semipreciosas incrustadas. La entrada cuesta alrededor de 13 dólares, y por 2 más se puede acceder al mausoleo central, donde descansan los restos de los enamorados que inspiraron esta maravilla. Palacio de Versalles: esplendor, poder y revolución A solo 15 kilómetros de París, el Palacio de Versalles refleja el apogeo de la monarquía francesa. Luis XIV transformó un pabellón de caza en uno de los complejos palaciegos más fastuosos del mundo, con más de 700 habitaciones y jardines que parecen no tener fin.
© Frederic Legrand – COMEO Visitado por más de 8 millones de personas cada año, el lugar ofrece distintas experiencias, desde caminatas por la Galería de los Espejos hasta los espectáculos de Grandes Aguas musicales. La entrada general cuesta entre 21 y 32 euros, dependiendo del acceso y los días especiales. Cada uno de estos monumentos tiene una historia que contar y una atmósfera que vivir. Y aunque ya los hayas visto en fotos miles de veces, recorrerlos con tus propios pasos es una experiencia que transforma. ¿Cuál vas a visitar primero?
Fuente:
Autor: Lucas Handley