
La aparición de Salma Hayek con su pelo natural, canas incluidas, en los Breakthrough Prize celebrados anoche en Santa Mónica, California, nos trae muchas lecciones. La actriz pisó la alfombra roja con la actitud decidida y poderosa que suele caracterizar cada una de sus apariciones, enfundada en un diseño semitransparente y subida a unas plataformas de vértigo. Pero no fue su estilismo lo que captó nuestra atención, sino su melena. Una potente cascada de ondas enmarcando su rostro, donde los cabellos blancos destacaban contra el negro de manera totalmente deliberada y deseada. En el mismo fin de semana en que George Clooney, el rey del cabello gris, aparecía totalmente teñido de negro -por su próximo papel en Buenas noches y buena suerte, con el que debuta en Broadway- y confesaba que su mujer iba a odiarlo porque nada envejece más a un hombre, Hayek se decantaba por lo contrario. Y si llevamos años y años señalando lo interesante que le hacen al actor sus hebras de plata, hoy toca hacer exactamente lo mismo con ella.Salma Hayek en los Breakthrough Prize.© Getty Images/Emma McIntyreY no, no hablamos de la integración de canas, técnica que se está poniendo de moda últimamente, buscando una armonía entre éstas y la melena, sino de una aceptación absoluta. Incluso parece que la mexicana buscara destacarlas, lucirlas orgullosa, presumir, incluso. Claro que ¿por qué no iba a hacerlo? Como sentenció Sarah Jessica Parker en 2022: “dejad de decir que las canas son de valientes”. Y recogemos el guante.En el caso de Hayek sus canas son, sencillamente, un ingrediente más de su ondulada melena, bien marcadas contra el lienzo negro del resto de su pelo. Un contraste bonito, que las hace brillar todavía más y que tiene algo de magnético. No podemos dejar de mirarlas, pero por las razones adecuadas.
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Autor: Arancha Gamo