
<span class="FigureHighPriority-caption" itemprop="caption">El presidente Masoud Pezeshkian dijo el miércoles que Irán no tiene ninguna objeción a que los inversores estadounidenses hagan negocios en el país, pero que el país se opone firmemente a cualquier intento de cambio de régimen o injerencia extranjera.</span> <span class="FigureHighPriority-credit" itemprop="author">(-/AFP)</span>
El Departamento del Tesoro informó que entre los sancionados se encuentra la Organización de la Energía Atómica de Irán, así como personas “que gestionan o supervisan el programa nuclear iraní”.
“La búsqueda irresponsable de armas nucleares por parte del régimen iraní sigue siendo una grave amenaza para Estados Unidos, la estabilidad regional y la seguridad mundial”, afirmó el secretario del Tesoro, Scott Bessent, en un comunicado.
Las medidas llegan en vísperas de una reunión “de alto nivel” entre funcionarios de Washington y Teherán programada para el sábado en Omán. La cita fue anunciada por el presidente Donald Trump durante una rueda de prensa el lunes en la Casa Blanca, junto al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
“Estamos en conversaciones directas con Irán”, declaró el mandatario estadounidense, quien también sostuvo que existe una posibilidad de alcanzar un acuerdo, aunque advirtió: “Irán estará en gran peligro si estas conversaciones fracasan”.
Una relación quebrada desde hace 45 años
Irán y Estados Unidos no mantienen relaciones diplomáticas desde 1980, un año después de la Revolución Islámica que derrocó al sha Mohammad Reza Pahlavi, estrecho aliado de Washington. Desde entonces, las tensiones son una constante, marcadas por episodios como la toma de la estadounidense en Teherán, las acusaciones mutuas de injerencia y las disputas en torno al programa nuclear iraní.
Teherán asegura que su programa tiene fines exclusivamente civiles, principalmente para la generación de electricidad. Sin embargo, las potencias occidentales, lideradas por Estados Unidos, acusan desde hace décadas a la República Islámica de buscar desarrollar armas atómicas, algo que el gobierno iraní niega reiteradamente.
Un acuerdo con Washington “es posible si la otra parte muestra la voluntad necesaria y suficiente”, dijo el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Abás Araqchi, el martes.
A través de su cuenta en X (antes Twitter), Araqchi subrayó que “la pelota está en el campo de Estados Unidos” y que el objetivo principal de Teherán es el levantamiento de las sanciones, reimpuestas por Trump en 2018, cuando decidió abandonar el acuerdo nuclear firmado en 2015.
Fuente:
Autor: Expansión