Cuerpo a cuerpo, por Màrius Carol

Carlos Cuerpo, ministro de Economía, Comercio y Empresa, ha sido el personaje de la semana, pues se ha reunido con el secretario del Tesoro, Scott Bessent, en Washington. El encuentro fue mejor de lo que el Gobierno estadounidense ha querido reflejar en su frío comunicado, que no incluye ninguno de los recursos corteses de la diplomacia. Es evidente que España tiene deberes pendientes respecto a su contribución a la OTAN y que el reciente viaje de Pedro Sánchez a China no ha sido del agrado de la Casa Blanca. Pero, aun así, la reunión resultó amable en el tono y las formas, al tiempo que se ponían sobre la mesa las fricciones entre ambos países.

Ministeri d’Economia / ACN

Cuerpo es más un técnico que un político. Como tal resulta una rara avis por su sabiduría (solo hay que ver su currículo), su discreción y su exquisita educación, que le lleva a ser prudente en las redes sociales. Un colega de El País dijo de él que en sus comparecencias trata a los ciudadanos como adultos funcionales. Por su parte, Scott Bessent es un multimillonario que estudió en Yale, vive en Georgetown y está casado con un exfiscal de Nueva York. Su porte es tan exquisito como sus maneras y tuvo un papel decisivo en la pausa de 90 días para negociar los aranceles.

El ministro de Economía es una rara avis en política: sabio, discreto y educadoEl ministro español, que conoce bien EE.UU., pues ha sido profesor en la Universidad Georges Washington, salió con la sensación de que el viaje no había sido en vano. Bessent se quejó de la llamada tasa Google, que grava servicios digitales de las grandes tecnológicas, y del escaso gasto en defensa de España. Cuerpo le explicó la visita de Sánchez a China y la voluntad de buscar una nueva relación con aquel país, cosa que también intenta Trump a pesar de su belicosidad. En este cuerpo a cuerpo, nadie se refirió a las palabras de Bessent en el sentido de que acercarse a Pekín sería como cortarse el cuello. Y no precisamente de la camisa.