
<span>Foto: EFE/ Juan Manuel Blanco</span>
Forbes México.
La nueva era de deportaciones: tácticas migratorias ampliadas
Entre titulares alarmantes sobre redadas masivas y deportaciones, surge una pregunta crucial: ¿Estamos presenciando un aumento exponencial de deportaciones? La realidad es más compleja y más preocupante de lo que sugieren los números.
El Servicio de Inmigración de Estados Unidos informó que durante las primeras dos semanas de la administración de Trump han sido deportadas 5,700 personas, y que en un solo día se han detenido hasta 1,200 individuos. Estas cifras de aproximadamente 1,000 deportaciones por día no son inusuales. De hecho, la administración de Obama llevó a cabo un promedio de aproximadamente 1,900 deportaciones diarias. Lo que ha cambiado es el enfoque y el alcance de las operaciones de Inmigración, y se ha establecido un nuevo modelo de deportación que necesita ser examinado.
El Servicio de Inmigración de Estados Unidos está enfocado en deportar inmigrantes dentro de estas tres categorías:
Antecedentes penales
La administración de Obama estableció como prioridad la deportación de los inmigrantes con antecedentes penales graves. Aunque Trump quiere presentarla como una táctica novedosa, en realidad se trata de una práctica ya establecida. Sin embargo, Trump ha ampliado esta categoría para incluir delitos menos graves, como infracciones de tránsito, alteración del orden público o delitos menores, lo que marca un cambio radical respecto de políticas anteriores que apuntaban a delitos graves.
Órdenes de deportación previas
El Servicio de Inmigración está enfocado en deportar a inmigrantes indocumentados con órdenes de deportación previas. Esta categoría fue establecida por el Servicio de Inmigración mucho antes del gobierno de Trump.
Dos años de presencia física en los Estados Unidos
El cambio más alarmante es la enorme expansión de la “deportación acelerada”. Históricamente, esta herramienta permitía a la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos deportar rápidamente a inmigrantes indocumentados que se encontraran a 100 millas de la frontera y hubieran estado en Estados Unidos menos de 14 días, sin consultar a un juez de inmigración. Ahora, un funcionario de inmigración puede deportar a cualquier inmigrante indocumentado que se encuentre dentro de los EE. UU. y que no pueda demostrar su presencia física de por lo menos dos años. En otras palabras, la deportación de un individuo quedará a la discreción del oficial de inmigración sin intervención de un juez.
Si bien los mexicanos no constituyen la mayoría de los inmigrantes indocumentados desde 2017, siguen siendo el grupo nacional más grande. La expansión del ámbito de operaciones del Servicio Migratorio puede regresar a muchos mexicanos a la fuerza laboral de México. Millones de personas viven con temor a la deportación instantánea, donde una inspección rutinaria de tránsito podría desencadenar una deportación sin una audiencia judicial. Esta drástica expansión del poder socava los fundamentos jurídicos que han regido la aplicación de las leyes de inmigración durante décadas.
*Jasmin Singh es abogada de inmigración, radicada en Estados Unidos, especializada en leyes de inmigración.
LinkedIn: Jasmin Singh
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La nueva era de deportaciones: tácticas migratorias ampliadas
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