
Ya instalado en la setentena, Martin Parr (Surrey, Reino Unido, 1952) precisa la ayuda de un andador para poder desplazarse con cierta autonomía. Lo curioso es que, tal como se extrae del documental Yo soy Martin Parr (Lee Shulman, 2024), en los pocos momentos en los que se desprende de esa estructura metálica que ahora le acompaña a todos lados, lo hace con un única misión: la de seguir retratando exhaustivamente la realidad social que le rodea. El fotógrafo de Magnum Photos –se convirtió en miembro de la prestigiosa agencia en 1988, ante el rechazo de otros colegas de profesión, que tachaban su práctica de demasiado cínica y poco humanista– es uno de los talentos actuales más destacados en el terreno de la imagen documental y de moda.Su aproximación al ocio, al consumo y al turismo de masas, especialmente en el contexto del mundo occidental y de la Gran Bretaña moderna, unida a su interés antropológico y su mirada desprejuiciada y satírica, han hecho que su producción sea una de las más prestigiosas e inconfundibles de las últimas décadas. En gran parte, también, por su particular reivindicación del color. Una obra que pone en jaque cualquier concepción estereotípica de ‘lo bello’ o ‘lo estético’ y que adquiere perspectiva en el documental que dirige Shulman, disponible en Filmin, donde el británico recorre algunos de los lugares de su país natal que más significativos han sido en el desarrollo de su carrera (entre ellos, West Yorkshire y Wallasey). Durante este revelador viaje, Martin Parr reflexiona sobre los motivos que le han llevado a fotografiar el mundo de manera incansable desde la infancia. ¿La buena noticia? No parece que tenga ni la más mínima intención de dejar de hacerlo.West Yorkshire, Gran Bretaña. Doris Wilson fotografiada en un almuerzo celebrado Steep Lane Baptist Chapel en 1977.© Martin Parr/MAGNUM PHOTOSA continuación, 10 frases de Martin Parr que dan acceso a su imaginario creativo:“Supongo que estar cerca es parte de mi estilo. A veces, me acerco. A veces, me alejo. Depende de la situación. En realidad no hay reglas. Pero, en general, estoy en el meollo del asunto. Es la única manera de sobrevivir. Y la única manera de presentar los componentes de forma interesante”.“Es muy difícil crear un icono fotográfico. No puedes predecir cómo o cuándo ocurrirá. Simplemente, algunas veces ocurre. Cuando tienes algo delante que es realmente emocionante o muy conmovedor. Ese es el momento en el que puedes conseguir una de esas grandes fotos. Las buscamos constantemente y permanecen esquivas. Pero eso es lo divertido. Es lo que me hace seguir siendo fotógrafo. Si supiera que puedo salir y hacerlo automáticamente, ¿por qué querría entonces hacerlo? Ese es el reto”.“No existe la foto perfecta. Cada día que sales, esperas conseguir una. Pero la mayoría de las veces no lo consigues. Aun así, debes tener esa creencia, pronto por la mañana, antes de salir. La creencia de que hoy puede ser el día en el que algo sucede. Para empezar, tu trabajo consiste en documentar lo que está ocurriendo delante de ti, y sientes la emoción de lo que está pasando. Muy pocas veces, consigues trasladar esa misma emoción a la imagen. Esa es la gran habilidad. Y la gran dificultad”.“Contemplo mi trabajo en blanco y negro con gran afecto. Fotografié en blanco y negro durante casi 15 años. Fue una gran parte de la curva de aprendizaje. […] Al final de la década de los sesenta, empezamos a ver que la fotografía en color se empieza a tomar en serio. Me mudé a Irlanda a comienzos de los ochenta durante un par de años. Cuando volví, decidí trabajar en color. Y nunca miré atrás”.“He disfrutado fotografiando gente. He disfrutado conociéndolos. Están locos. Son impredecibles. Me gusta intentar entender a la gente solo con mirarla, por la ropa que llevan, su actitud, su forma de hablar. Sí, todo ello es muy entretenido e interesante para mí”.“Hay un cierto grado de política en mi trabajo, pero no le digo a la gente en qué consiste. Pueden descubrirlo por sí mismos si quieren”.“No me considero un fotógrafo humorístico. Es solo algo natural: la vida es extraña y es divertida”.“No creo que mis fotografías sean tan desagradables o duras, pero, cuando las miras, siempre hay un elemento en relación con eso. Lo que estoy intentando hacer, por supuesto, es reflejar lo que encuentro, de una manera muy subjetiva, y convertirlo en imágenes”.“El tipo de situación que me hace muy feliz es aquella en la que el consumismo pierde el control. Una de las cosas que estoy tratando de captar son los cambios que vivimos con el auge del hipermercado o el supermercado. Si vas a una de estas superficies comerciales y observas un paquete, siempre hay una foto de comida en el envoltorio. Luego, cuando lo abres, el contenido es completamente distinto. Creo que eso muestra la mentira básica que a todos nos cuentan”.“Tengo que confesar que estoy bastante obsesionado con el trabajo. Todos los días pienso en ello. Sí, se ha apoderado de mi vida. Y tengo mucha suerte de tener una compañera que me apoya como Susie. Creo que hacemos un muy buen equipo”.
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Autor: Eva Blanco Medina